El Teatro Príncipe de Gran Vía está situado en la Calle de las Tres Cruces, 8, en pleno corazón de la Gran Vía madrileña, muy cerca de la Plaza del Carmen y próximo al Teatro Muñoz Seca. Un espacio de cultura y entretenimiento que ofrece una amplia programación de obras teatrales para todos los públicos, especialmente en el género de la comedia. Gestionado por el Grupo Marquina S.L , le debe su nombre a la calle con la que hace esquina: Príncipe Gran Vía.
El actual Teatro Príncipe Gran Vía cuenta con un aforo de 600 personas y está decorado por butacas rojas en forma de media luna que no solo facilitan, si no que garantizan, la interacción del público con la obra y los actores, algo que sin duda la convierte en un lugar muy acogedor y cercano, un rincón particular de Madrid donde poder fascinar con las mejores comedias del panorama teatral.
Además, alberga por séptimo año consecutivo el espectáculo ‘Toc Toc‘, de Lauren Baffiet y dirigida por Esteve Ferrer, una de las obras más hilarantes y con mayor éxito de la capital española.
El teatro de la Cruz fue un antiguo corral de comedias de Madrid, uno de los más populares de la ciudad junto con el de la Pacheca y el nuevo corral del Príncipe. Fue escenario para autores como Lope de Vega, Luis Vélez de Guevara, Juan Ruiz de Alarcón, Tirso de Molina y Calderón de la Barca. A partir de la segunda mitad del siglo XVIII el viejo corral quedó reformado como moderno teatro a la italiana, estrenando en él sus piezas más populares dramaturgos como Leandro Fernández Moratín y José Zorrilla del antiguo corral de comedias de la Cruz, en la esquina de esta calle con la Plazuela del Ángel, en el plano de Pedro Texeira, hacia 1656.
En 1579, las cofradías de la Pasión y de la Soledad compraron un corral grande, situado en la calle de la Cruz, junto a la plazuela del Ángel. El que llegaría a ser Teatro de la Cruz, fue inaugurado el 16 de septiembre de 1584, casi al mismo tiempo que el nuevo corral del Príncipe. En él se dieron cita nobles y reyes con sus admiradas pupilas, y pusieron en escena sus piezas más populares e inmortales los dramaturgos del Siglo de Oro español, entre los más conocidos cabe citar a Pedro Calderón de la Barca, Antonio Hurtado de Mendoza, Agustín Moreto, Juan Pérez de Montalbán, Francisco de Quevedo, Francisco de Rojas Zorrilla, Juan Ruiz de Alarcón, Tirso de Molina, Lope de Vega y Luis Vélez de Guevara.
En el siglo XVIII su mal estado de conservación obligó al ayuntamiento a reformarlo, transformándolo en un teatro moderno con capacidad para 1500 espectadores. Estas obras fueron encomendadas al arquitecto Pedro de Ribera, y fueron acometidas alrededor del año 1743. Durante el siglo XIX la arquitectura de Ribera cayó en desgracia y el Teatro de la Cruz, por Real Orden de 1849, fue declarado “oprobio del arte” y ordenada su demolición; medida que tardaría en aplicarse, lo que permitió que abriese sus puertas en el año 1850. De nuevo clausurado entre 1852 y 1857, fue derruido en 1859. De su larga tradición teatral da noticia una pequeña placa conmemorativa situada en el cruce de las calles Espoz y Mina y Cruz.
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Maravilloso ver el teatro lleno de gente con ganas de vivir y reírse. Maravilloso ver el trabajo de los actores esforzándose y trabajando para hacer la vida un poco más agradable. Edu Soto, espectacular, polifacético, divertido, profesional y ver a Antonio Canales zapatear ha sido un regalazo inesperado. Gracias a todos y por todo.