TEATRO MARÍA GUERRERO
CDN
presenta
EL TEATRO DE LAS LOCAS
Texto y dirección Lola Blasco
23 FEB – 31 MAR 2024
En el siglo XIX, Charcot sentó los pilares de lo que luego sería el psicoanálisis a partir de una enfermedad: la histeria. Enfermedad que había sido entendida como femenina desde los tiempos de Hipócrates. Enfermedad que, según dijeron, se curaba con un consolador. A lo largo de la historia, lo que se ha entendido por locura ha tenido que ver con los rasgos que asociamos a lo femenino. Los hombres que han padecido algún trastorno también han sido considerados afeminados, lo que hace que me pregunte: ¿Hasta qué punto la diferencia ha sido considerada motivo de encierro? Y también, teniendo en cuenta que las enfermas eran retratadas como Ofelia o Lady Macbeth, ¿en qué medida el teatro ha contribuido a la imagen que hoy tenemos de la locura?
El teatro de las locas es una obra metateatral: una compañía va a montar una obra de teatro sobre la locura y el encierro. De sus discusiones y pensamientos, descubrimos qué significa hoy la locura y qué tipo de encierro sufren quienes se desvían de lo que la sociedad impone. En la particularidad del mundo hospitalario Charcot hizo que las enfermas fueran colaboradoras necesarias de la enfermedad: se convirtieron en actrices compitiendo por su atención con gestos cada vez más histriónicos. Del mismo modo, en la compañía de teatro se replican los roles de antaño y la directora de la obra se convierte en un nuevo Charcot con el fin de conseguir su perfecto tableau vivant. ¿Qué es lícito hacer en nombre de la ciencia? ¿Y del arte?
Nota de la autora y directora (CANICULA, HARD CANDY, MÚSICA Y MAL, MUJERCITAS (EN PALABRAS DE JO…), SOBRE LA VIDA DE LOS ANIMALES)
Concorde Love Store. Camino por el bulevar del hospital y me detengo frente a esta tienda, frente a la tienda del amor: un sex shop. Concorde Love Store es el nombre de la tienda. En el escaparate un producto nuevo, un vibrador, edición especial, dedicado a Marilyn Monroe. Marilyn Monroe, pienso, condenada a complacer a los demás, pienso. Marilyn la musa. Marilyn la loca. Marilyn acabó muerta, puesta hasta arriba de barbitúricos. Personalidad bipolar, principio de esquizofrenia, sexualidad insatisfecha… Tenía miedo de acabar encerrada. En un psiquiátrico. Como su madre. Pero Marilyn, la de la sexualidad insatisfecha, es ahora la imagen de un consolador. Una cuestión genital pienso, en el bulevar del Hospital, frente a un sex shop. “La histeria trata siempre de lo genital”, dice Charcot por boca de Freud, “siempre siempre siempre”, dice. Hoy he estado visitando La Salpêtriere: la rue Charcot, la rue Pinel… He hecho fotos. Me he dado una vuelta por uno de los escenarios más aberrantes de la historia reciente. Con mi cámara. Como una turista. Pero ahora me da vergüenza entrar en un sex shop. En el sex shop hay una parte dedicada al fetichismo, cuerdas, látigos, todo tipo de artilugios para el placer, y para el dolor. Y me acuerdo de cuando tenía trece años, y me metía lo que pillaba entre las piernas. Tal vez tenga razón Charcot. Tal vez el problema sea siempre genital. Eso debió pensar Freud, cuando creó el psicoanálisis. Eso debió pensar su hija, que siguió las teorías de su padre, la hija de Freud… que trató a Marilyn Monroe de su profunda… depresión. Tal vez el problema sean los genitales, sí, o tal vez el problema, sea el propio psicoanálisis.
Lola Blasco
Equipo artístico
Texto y dirección Lola Blasco
Reparto
Alda Lozano, María Pizarro, Nieves Soria, Alberto Velasco, Vidal (músico) y Pepa Zaragoza
Escenografía Luis Crespo. Iluminación Juanjo Lloren Vestuario Pier Paolo Álvaro. Movimiento María Cabeza de Vaca. Video Elena Juárez. Ayudante de dirección Salomé Flor. Creación imagen previa Aida Argüelles
Producción
Centro Dramático Nacional