presenta
Henrik Ibsen Dirección: Carlos Aladro
Del 17 de mayo al 19 de junio, 2022
El pato salvaje demuestra que no siempre la justicia tiene por qué resultar justa. El empeño de Gregorio Werle por destapar la hipocresía, aunque en ello resulte implicado su propio padre, desatará una espiral que sólo el suicidio de una niña podrá parar. Hermosa y enormemente cruel alegoría la que propone Ibsen, la muerte del inocente como redención para las penas de los adultos. Encarnada primero la redención en un pato, absurdamente encerrado en un desván, será la niña, Eudivigis, la que se sacrifique para que la falsedad del matrimonio de sus padres encuentre una salida. Es enormemente cruel el final, ese final desangelado en el que Werle, que en ningún momento se considera culpable por haber desatado la pesadilla, dialoga con el cínico Relling.
Montar una obra de Ibsen en ya pleno siglo XXI es un acto de responsabilidad cultural y devoción teatral que debe ser celebrado. Es, si cabe, un acto de resistencia extremadamente útil y necesario, y es que, quizá, no hay nada que defina mejor nuestro tiempo que el consumo hiperindividualizado de complejos dramas: y en eso, Ibsen, tiene sustancial y fundacionalmente bastante que contarnos. En un mundo que perdía referencias y valores de forma precipitada y terminal, el autor noruego consolidó una forma dramática que conseguía abrazar la confusión moderna que se expandía sin freno. Su Drama conquistó a la humanidad y se ha diseminado infinitamente en todo hasta nuestros días. Montar un Ibsen es un acto de clarividencia desesperado.
Pablo Rosal
El pato salvaje es un enigmático drama, aislado dentro de la indisoluble dupla vida-obra que fue la existencia y trayectoria de Ibsen. Marca un punto de inflexión y concita una desconcertante mezcla de temas y géneros que multiplica la fascinación por uno de los indiscutibles consolidadores del drama moderno. Adentrarse en Ibsen en el siglo XXI es intentar comprender el poder de subyugación de las ficciones, la multiplicidad de capas que apabullan y perforan la realidad, el indiscernible peso del pasado. El pato salvaje se alza como una desvergonzada maquinaria que pone en duda la pervivencia del drama mismo y la vigencia de nuestros endebles valores. Un mensaje cargado de perplejidad y conciencia para el futuro.
Carlos Aladro
REPARTO
Pilar Gómez
Pablo Gómez-Pando
Nora Hernández
Ricardo Joven
Javier Lara
Jesús Noguero
Eva Rufo
FICHA ARTÍSTICA
Versión Pablo Rosal
A partir de la traducción de Cristina Gómez - Baggethun
Ayudante de dirección Paula Castellano
Espacio escénico Eduardo Moreno
Vestuario Almudena Bautista
Diseño de luz Pau Fullana
Una producción del Teatro de La Abadía