Teatro de la Ciudad
presenta
Una comedia de Alfredo Sanzol
PREMIO MAX 2019 MEJOR ESPECTÁCULO TEATRAL
Después de acometer la investigación sobre la tragedia griega en su primera temporada, Teatro de la Ciudad se enfrentó durante la temporada 2017-2018 a la comedia, la otra máscara que simboliza el teatro.
Tras un año de talleres bajo la inspiración de Shakespeare centrado en el arte de hacer reír. En el sentido del humor. En el humor. En la risa… Teatro de la Ciudad presenta ‘La ternura’ de Alfredo Sanzol y ‘Sueño’ de Andrés Lima en el Teatro de La Abadía.
El TdlC invadió Teatro de la Abadía o, dicho de otro modo, La Abadía acogió al TdlC, que aúna la energía y el talento de Andrés Lima y Alfredo Sanzol y sus respectivos equipos, abiertos a sumar a otros creadores. Un teatro que parte de una premisa similar a La Abadía, el deseo de vincular la formación y la exploración compartida a la creación y presentación de espectáculos.
El 27 de abril se estrenó LA TERNURA, una comedia escrita y dirigida por Alfredo Sanzol bajo la inspiración de Shakespeare y con un reparto formado por Paco Déniz, Elena González, Natalia Hernández, Carlos Serrano, Juan Antonio Lumbreras y Eva Trancón. Fue tal el éxito que regresó a la Abadía del 7 de junio al 15 de julio de 2018. Y ahora, en octava temporada, lo hace al Teatro Infanta Isabel.
Tras el sobresaliente ‘Edipo Rey‘ de la temporada pasada, Alfredo Sanzol regresa a un género en el que se mueve como pez en el agua: la comedia. Sanzol humaniza a sus personajes a través del humor, los trata con delicadeza, con ternura… hasta conseguir esa risa mágica que caracteriza su teatro.
Una vez más el director se rodea de su equipo de confianza, no solo en el reparto (Paco Déniz, Llum Barrera, Natalia Hernández, Carlos Serrano, Juan Antonio Lumbreras y Eva Trancón) sino en la escenografía y vestuario, a cargo de Alejandro Andújar, la iluminación de Pedro Yagüe y la música de Fernando Velázquez.
El primero en estrenarse será Alfredo Sanzol, que sitúa a los personajes de su espectáculo en una isla desierta lejana. Las comedias de errores, comedias de suplantaciones o de amores no correspondidos servirán de punto de partida a Sanzol y su equipo, que nos hablarán de la ternura, lo absurdo, lo surrealista… con unas personajes y unas situaciones que nos guiará por unos amores posibles en situaciones imposibles. ‘La Ternura’, avisa Sanzol, estará dedicada a todos los que “anden en su búsqueda.”
Quiero que ‘La Ternura’ sea una comedia romántica con islas desiertas, naufragios monumentales, reyes frágiles, y reinas soñadoras, leñadores miedosos y pastoras tempestuosas, seres mágicos, situaciones imposibles, amores posibles, cambios de identidad, pasiones desatadas, odios irracionales, deseos incendiarios, giros sorprendentes, fantasmas borrachos, apariciones, desapariciones, encuentros, desencuentros y un deseo que une a todos: el deseo de encontrar ‘La Ternura’ como sea, donde sea, con quien sea.
«La ternura tiene todos los números para ser un clásico, y, si no, al tiempo» Marcos Ordóñez
La Ternura cuenta la historia de La Reina Esmeralda y sus dos hijas princesas Salmón y Rubí que viajan en la Armada Invencible obligadas por Felipe II a casarse en matrimonios de conveniencia con nobles ingleses una vez que se lograse con éxito la invasión de Inglaterra. La Reina Esmeralda odia a los hombres porque siempre han condicionado su vida y le han quitado la libertad, así que no está dispuesta a que sus hijas tenga el mismo destino que ella. Cuando la Armada pasa cerca de una isla que La Reina considera desierta crea una tempestad que hunde el barco en el que viajan. Su plan es quedarse a vivir en esa isla con sus hijas para no volver a ver un hombre en su vida. El problema es que eligen una isla en la que desde hace veinte años viven un leñador con sus dos hijos Verdemar y Azulcielo que huyeron allí para no volver a ver una mujer en su vida. En cuanto la reina y las dos princesas descubren que no están solas se visten de hombres para protegerse. Y aquí comienzan las aventuras, los líos, los enamoramientos, y las confusiones.
La Ternura es una comedia romántica de aventuras en la que intento contar que no nos podemos proteger del daño que produce el amor. Que si queremos amar nos tenemos que arriesgar a sufrir. Y que tampoco los padres pueden proteger a los hijos del sufrimiento de la vida porque eso pone en peligro la vivencia de una vida plena. El espectáculo se llama La Ternura porque habla de la fuerza y de la valentía para expresar amor. La ternura es la manera en la que el amor se expresa. Sin ternura el amor no se ve. La ternura son las caricias, la escucha, los pequeños gestos, las sonrisas, los besos, la espera, el respeto, la delicadeza. Una sociedad sin ternura es una sociedad en guerra. Por eso si no eres tierno por mucho que le digas a alguien que le amas te arriesgas a que te diga: ¡Pues no se nota!
Después de hacer tragedia, Andrés Lima y yo pensamos que estaba muy bien hacer comedia. Se nos veía venir. El proyecto de Teatro de la Ciudad se define porque dos directores o más trabajamos juntos a lo largo de un proceso de talleres que desemboca en varios espectáculos. En este caso desde primavera de 2016 comenzamos a trabajar sobre la comedia en general y sobre la de Shakespeare en particular. Elegimos Shakespeare porque él reúne toda la tradición de la comedia clásica greco-romana, suma la tradición medieval popular, y crea la comedia moderna (junto a Lope de Vega). La comedia es el género del teatro occidental que más éxito ha tenido y su dimensión es gigante, así que nos centramos sobre Shakespeare.
Tanto Andrés como yo hemos creado dos textos nuevos. En mi caso he leído y releído las comedias de Shakespeare con el objetivo de dejarme impregnar por su estilo, su forma, su atmósfera, sus personajes, sus argumentos, sus trucos y juegos. Al mismo tiempo que hacía esta lectura intensa iba haciendo otras dos cosas: armar el argumento de La Ternura y hacer talleres de improvisaciones con los actores. Con Emilio Gavira, Elías González, Elena González, Sandra Ferrús/Natalia Hernández, Carlos Serrano/Juan Ceacero y Eva Trancón. Estas han sido las tres patas de la creación del texto y del espectáculo.
Creo que en La Ternura se ve la influencia sobre todo de La Tempestad, y de Noche de Reyes. También de Como gustéis, de Mucho ruido y pocas nueces y del Sueño de una noche de verano. Seguro que os acordaréis de otras, al menos eso espero, para mí ha sido un placer trabajar con un lenguaje lleno de metáforas y comparaciones. Los personajes de La Ternura expresan sus emociones de manera descarnada y son extremos en sus pasiones. Para ellos la vida no es algo que se pueda desaprovechar. He hecho un pequeño juego que espero que os divierta. En los diálogos de La Ternura podréis encontrar los títulos de las catorce comedias de Shakespeare.
Alfredo Sanzol
Sanzol juega y se entrelaza con Shakespeares deambulando entre Noche de leñadores navarros y locuras de una Noche de verano. Una comedia de enredos tan brillante Y DIVERTIDA como acertada. MAGNÍFICOS ACTORES….
Texto y dirección Alfredo Sanzol. Ayudante Dirección Beatriz Jaén. Diseño Escenografía y Vestuario Alejandro Andújar. Diseño Iluminación Pedro Yagüe. Música Fernando Velázquez. Producción Ejecutiva Jair Souza-Ferreira
Producción: Teatro de la Ciudad en coproducción con Teatro de La Abadía
La ternura, de Alfredo Sanzol: el triunfo sobre el miedo
https://www.elimparcial.es/noticia/178455/criticas-de-teatro/la-ternura:-el-triunfo-sobre-el-miedo.html
‘La Ternura’, de Alfredo Sanzol, vuelve tras su éxito a Madrid
Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/3359748/0/ternura-alfredo-sanzol-vuelve-tras-exito-madrid/#xtor=AD-15&xts=467263
me encanta el teatro y me gustaria ver la ternura
Estupenda puesta en escena de esta comedia. Excelente interpretación. Fantástica obra para reírse sin parar.
Acabo de ver La Ternura. Me he reído y he pasado un rato fantástico. Genial interpretación y dramaturgia. Creo que el trabajo de dirección ha sido concienzudo. Enhorabuena
Acabamos de salir de ver la obra.
La recomiendo.
Nos lo hemos pasado francamente bien.
Los actores magníficos, todos ellos.
Ha sido una suerte y estoy seguro que pasará tiempo hasta que vuelva a disfrutar tanto en un teatro.