LA BALTASARA en el Teatro de la Comedia

TEATRO DE LA COMEDIA

Sanra Produce

presenta

LA BALTASARA

de Inma Chacón

Del 11 al 21 de noviembre de 2021.

Este proyecto nació de la necesidad de descubrir y hablar de las comediantas del Siglo de Oro, mujeres emprendedoras, que tuvieron que luchar por su vocación, su libertad y su forma de vida a contracorriente de la consideración de la mujer en su época. Investigando sobre sus vidas, de pronto apareció Ana Martínez “La Baltasara”, actriz muy conocida y reconocida en su tiempo, y me atrapó su fascinante vida, su leyenda, y empecé a fabular sobre lo que la llevó a tomar una decisión que cambiaría su vida para siempre y a plantearme como era la vida de aquellas cómicas en la España del XVII.

En esa investigación también descubrí para mi sorpresa que los actores de aquel periodo habían alcanzado un nivel de profesionalización en cierta medida comparable al de nuestros días; estaban perfectamente organizados en compañías de diferentes rangos según número y categoría, tenían su propio sindicato en la Cofradía de comediantes llamada Virgen de la Novena, calendario de festividades, sueldos y condiciones laborales, etc. Muchas de aquellas mujeres del mundo teatral no solo eran actrices sino también empresarias, directoras de sus compañías y excelentes profesionales. Que sin embargo dependían legalmente de sus padres o esposos para ejercer sus vidas profesionales y personales.

Universo fascinante del que, por pereza o desidia, se sabe poco fuera de los archivos, pero que se va desvelando, como otras zonas del pasado, acudiendo a los textos que recogieron en su momento y más tarde el testimonio de aquellos hombres y mujeres de nuestro mundo, el del Teatro. Tenemos el deber moral y profesional de mostrar, divulgar y esclarecer la vida y la labor de aquellas gentes, sobre todo de aquellas valerosas mujeres, al público de nuestro tiempo, a los espectadores de ahora, incluso a los profesionales del siglo XXI.

Inevitablemente este trabajo también nace de la necesidad de hablar de mí, de nosotras, las comediantas de 2018, viajar en el tiempo hacia el presente y formular quizá las mismas o parecidas preguntas, exponer la problemática de la mujer en una sociedad que con demasiada frecuencia, consciente o inconscientemente ignora, soslaya, cuando no directamente invisibiliza a las mujeres. Quizá el teatro sea un ámbito en el que posiblemente, como en el Siglo de Oro, las mujeres estamos menos ocultas, participamos de pleno derecho, subimos a escena, se nos ve y se nos oye, cuando en otras esferas de la vida y del trabajo no es así. Por eso tenemos la obligaciónde contarlo.

Salvando las distancias, si le diéramos voz a la Baltasara y sus compañeras de reparto, probablemente su discurso no diferiría mucho del nuestro. Escuchar de sus bocas cómo veían ellas el mundo, su mundo, el del Barroco y si tiene o no que ver y cuánto con el nuestro de ahora.

Y todo esto, que suena muy coherente, pero que no tenía ni idea de cómo armarlo, se fue gestando gracias al equipo que se ha ido creando a partir del día que se lo conté a José Ramón Fernández, con quien tuve la inmensa fortuna de coincidir en ese regalo que fue “El Laberinto Mágico”, del Centro Dramático Nacional y José Ramón, me escuchó, me apoyó y me dijo – Esto te lo tiene que escribir una mujer… ¿Conoces a Inma Chacón?… Y a partir de ahí La Baltasara empezó a cobrar vida, de forma imparable ya, con la magia y la belleza y las palabras de Inma que en un mes tenía lista la primera versión, y con la generosidad de mi querido y admirado Chani Martín, con quien tanto he compartido y que me conoce tan bien… como diría la propia Baltasara y que me dijo sin dudarlo – Yo te lo quiero dirigir.

Entre los tres hemos traído a La Baltasara al presente con la intención de que nos miremos en el espejo… Para remover conciencias, a través de ellas, las cómicas del XVII, las que subían a las tablas de corrales y plazas a sabiendas de que eso las condenaba al ostracismo social, las privaba de entierro en Sagrado, las retiraba a los conventos como única alternativa de jubilación. Pero a su vez las empeñaba en la búsqueda de la libertad, de la posesión de su propio destino, de experimentar en las vidas de sus personajes lo que a sus propias vidas no les estaba permitido. Al menos mientras estaban sobre un escenario, su verdadera patria.

Pepa Zaragoza