JUICIO A UNA ZORRA en el Teatro Kamikaze

HISTORIA DE ESPAÑA EN 70 MINUTOS en el Teatro Victoria
8 octubre, 2015
ANANKE en La Puerta Estrecha
ANANKE en La Puerta Estrecha
9 octubre, 2015

 

TEATRO KAMIKAZE

 

Kamikaze Producciones y MamaFloriana
presenta

JUICIO A UNA ZORRA

Texto y Dirección:  Miguel del Arco
Con Carmen Machi

 Del 19 al 29 Julio 2018 

 

Juicio a una zorra es el mónologo de Helena de Troya, la Bella Helena, escrito y dirigido por Miguel del Arco e interpretado por Carmen Machi.

 

 

Juicio a una zorra, de Miguel del Arco. Estrenada en el Festival de Teatro Clásico de Mérida, JUICIO A UNA ZORRA regresa a Madrid con el Premio Valle-Inclán de Teatro y el Premio Ercilla, entre otros, bajo el brazo. Y lo hace en el Teatro Kamikaze, donde se podrá ver  Del 19 al 29 Julio 2018.

 

Miguel del Arco reescribe el mito clásico en un monólogo apasionado e intenso que nos presenta a una Helena ansiosa por reivindicar su dignidad.

 

› Juicio a una zorra. Texto publicado por Ediciones Antígona.

 

Un monólogo apasionado, deslenguado e intenso donde Helena de Troya, “la mujer más vilipendiada de la historia”, reivindica su dignidad y nos cuenta los acontecimientos que desencadenaron la Guerra de Troya apelando a la verdadera causa de su delito: “Yo solo tomé una decisión: amar a un hombre por encima de todo”.

 

NOTA DEL DIRECTOR

Helena de Troya es, posiblemente, una de las mujeres más vilipendiadas de la historia. Lleva sobre sus hombros el peso de haber desencadenado la guerra más famosa de la antigüedad.

Helena es un personaje sobradamente conocido. Sabemos que fue prometida a París a cambio de que él declarara que Afrodita era la más hermosa de las tres diosas en litigio, nos han contado el irresistible furor que produjo que huyera con Paris, es mítica su belleza divina… Pero en todos los episodios aparece como un personaje secundario. Un personaje que desencadena acciones de las que nunca es protagonista. Los poetas de la antigüedad la utilizaron para ensalzar el valor o la virtud de los héroes enloquecidos bajo el influjo de su peligrosa belleza, o para contrastar la situación de las mujeres a las que la lujuria y avaricia de Helena convirtió en víctimas. Si alguna vez algún poeta le dio voz, fue para ampliar los motivos para maldecirla. Fue maldecida por griegos y troyanos convencidos de haber sido arrastrados por su culpa a una guerra interminable. Por griegas y troyanas por ser la causa de la muerte de sus maridos y sus hijos. Y a partir de entonces, maldecida por la historia como representación de la mujer interesada e infiel.

Helena se nos aparece desde “este limbo imperecedero en el que la coloca la imaginación de los hombres”. Un lugar al que ha sido condenada por la historia… por cómo ha sido contada la historia. Condenada también por ser la hija de Zeus, su única hija con una mortal, y por su insolente acercamiento a la belleza divina. Y así como Sísifo fuera condenado a subir eternamente una roca por la ladera de una montaña, Helena, lo fue al eterno deterioro: “una eternidad de fealdad para expiar sus culpas”. Pero ella se revuelve contra dios. Y se somete al juicio de los hombres con el único objetivo de “dejar de ser”.

Un juicio en el que sabe que ha sido condenada de antemano. Pero la acumulación de dolor… y la cantidad de tiempo libre que deja la eternidad… la llevan a abordar su propio proceso. Pero esta vez quiere contar la historia con sus propias palabras.

Esta vez será Helena quien elija las palabras que den forma a los hechos. Helena reivindica la necesidad de revisar quién escribe la historia. La suya, es la historia de una mujer enamorada que tomó una sola decisión en su vida: la de seguir al hombre que amaba.

Se presenta ante nosotros, aquí y ahora, una Helena trasnochada, lenguaraz, borracha como una cuba por la necesidad de beber permanentemente la droga mezclada con el vino que ofreciera a Telémaco para aplacar su dolor. Una Helena sin miedo. Con ese valor que da el estar de vuelta de casi todo y no tener nada que perder. Una Helena convertida en una “ruina del tiempo”. Una Helena que desafía a los hombres y desafía a Dios. Una Helena que reclama el olvido.

Las fuentes han sido muchas: La Ilíada, La Odisea, Las Troyanas, Helena de Eurípides… pero una vez asumidas dejé que la voz de Helena se hiciera fuerte con Carmen Machi en mi imaginación. La Machi es capaz de todo. Tiene todos los registros conocidos e incluso algunos de su única y exclusiva propiedad. Su registro cómico lo ha hecho sobradamente conocido la televisión pero, tal vez, no todos conozcan su registro trágico, ese capaz de hacer volar las palabras para hacer que el alma experimente una pasión propia con motivo de la felicidad y la adversidad en asuntos y personas ajenas.

Miguel del Arco

 

JUICIO A UNA ZORRA ©Sergio Parra

 

SINOPSIS

Juicio a una zorra

Ante una larga mesa ceremonial repleta de botellas de vino y copas de cristal aparece una mujer de cabellera rubia, vestido rojo y tacones de vértigo. Es Helena de Troya, también conocida como Helena de Esparta, Helena la argiva, Helena la aquea o Helena la zorra. Porque quien ha pasado a la historia como la mujer más hermosa que ha pisado la Tierra, cuya inalcanzable belleza desencadenó la más célebre guerra de la Antigüedad, es también una de las mujeres más vilipendiadas que recuerdan las crónicas, la adúltera reina de Esparta. Al menos esa es la versión oficial. Pero ha llegado el momento de que la mirada femenina reescriba su propia versión del mito. “Yo solo tomé una decisión, posiblemente la única que tomé en mi vida. La de amar a un hombre por encima de todas las cosas. Los hechos que le siguieron fueron decisiones de hombres poderosos obsesionados con la posteridad y la riqueza”.

Carmen Machi asalta el escenario para reclamar el derecho a elegir las palabras que conformen la historia de Helena y comparecer ante el público en busca de justicia. La mujer fatal que otros inventaron se convierte aquí en una reina marcada por el tiempo, el alcohol y el dolor que nos cuenta los acontecimientos que desencadenaron la Guerra de Troya, ajusta cuentas con Teseo y Menelao, reprocha sus actos a Agamenón, Ulises y Aquiles, y desafía al mismísimo Zeus, de quien ya no teme ni sus rayos. Y siempre con Paris, su único amor, en el recuerdo. “Esta noche voy a someterme voluntariamente a vuestro juicio a pesar de haber sido condenada de antemano. Pero esta noche las palabras que den forma a los hechos serán las mías”, explica Helena. Y levanta su copa de vino como si lanzara un brindis al cielo.

 

 

FICHA

Texto y dirección Miguel del Arco
Música Arnau Vilà
Iluminación Juanjo Llorens
Sonido Sandra Vicente (Studio 340)
Peluquería Sara Álvarez
Fotografías Sergio Parra
Producción Aitor Tejada

Con Carmen Machi

Una producción de Kamikaze Producciones y MamaFloriana

Fechas y horarios: Del 19 al 29 Julio 2018 en el  TEATRO KAMIKAZE

 

Es un delito perderse esta función, donde CARMEN MACHI (por si alguien lo dudaba) obliga que a partir de ahora a que su nombre sea escrito en mayúsculas.

 

 

Comprar entrada

 

 


 

¿tú qué opinas?

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.