presenta
Director José Luis Gómez
El teatro de la Abadía comenzará la temporada con FRANCISCO FERRER ¡VIVA LA ESCUELA MODERNA!, dirigida por JOsé Luis Gómez, con un elenco de intérpretes cuyas carreras están altamente ligadas al centro de creación: Lidia Otón, Ernesto Arias, David Luque y Jesús Barranco. El texto llevado a escena será Francisco Ferrer. ¡Viva la escuela moderna!, una obra que vuelve a responder al compromiso de la casa con la memoria histórica.
Francisco Ferrer Guardia (Alella, 10 de enero de 1859 – Barcelona, 13 de octubre de 1909) fue un pedagogo, anarquista y librepensador español, conocido por fundar La Escuela Moderna en Barcelona en 1901. Este proyecto educativo revolucionario buscaba ofrecer una educación racionalista, laica y no coercitiva, en contraste con el sistema educativo tradicional español dominado por la Iglesia, que enfatizaba la obediencia y la piedad. Ferrer, influenciado por el racionalismo del siglo XVIII (Rousseau) y el romanticismo del siglo XIX (Pestalozzi, Froebel, Kropotkin), desarrolló un modelo pedagógico centrado en la libertad, la igualdad y el pensamiento crítico, con el objetivo de emancipar a la clase trabajadora y fomentar una sociedad más justa.
Ferrer, tras 16 años de exilio en París (donde se acercó al anarquismo), regresó a España en 1901 gracias a una herencia de un millón de francos de Ernestina Meunier, una alumna que apoyó su proyecto. La Escuela Moderna operó hasta 1906, cuando fue clausurada tras el atentado de Mateo Morral, un bibliotecario de la escuela, contra Alfonso XIII. Aunque Ferrer fue absuelto de complicidad, la escuela no volvió a abrir. En 1909, durante la Semana Trágica de Barcelona (una revuelta obrera contra la movilización militar en Marruecos), Ferrer fue acusado falsamente de ser el instigador. Juzgado en un consejo de guerra, fue ejecutado el 13 de octubre de 1909 en el castillo de Montjuïc, gritando “¡Viva la Escuela Moderna!” antes de morir. Su ejecución desató protestas internacionales en ciudades como París, Bruselas y Buenos Aires, y convirtió a Ferrer en un mártir del librepensamiento
El modelo de Ferrer inspiró escuelas racionalistas en Brasil, Estados Unidos, Suiza y, durante la II República Española, influyó en el Consejo de Escuela Nueva Unificada de la Generalitat de Catalunya. Sus principios, como la coeducación, la evaluación continua y el aprendizaje activo, son hoy parte de la pedagogía contemporánea. La Fundación Francisco Ferrer Guardia y la Biblioteca Francisco Ferrer Guardia en Barcelona preservan su legado, con archivos disponibles en la Universidad de California, San Diego