Entremeses de Miguel de Cervantes. Adaptación de Fernando Memije y Fernando Villa

Con el encanto que solo un merolico ofrece, este vendedor ambulante anda de escenario en escenario representando remedios que curan la mente y el alma del espectador. Historias representadas de forma hilarante e histriónica por un solo intérprete asombrando a la audiencia al percatarse que no se necesita más que un actor para realizar las maravillas que ante sus ojos acontecerán.
Un merolico es un vendedor callejero, un charlatán que en México encontró un modo particular de ser y que no se ve replicado en ninguna parte del mundo. El Bululú era la “compañía teatral” de un único comediante que representaba obras, él solo, mudando la voz según la condición de los personajes que interpretaba.
Esta obra quiere homenajear a los grandes artistas del Bululú, invitando al público del siglo XXI a que disfrute obras cortas escritas a principios del siglo XVII que siguen siendo tan divertidas como contemporáneas y demostrar que más allá de estar vigentes, los Entremeses de Cervantes son endiabladamente divertidos.

SINOPSIS

Cada día, este merolico presenta dos historias para los espectadores, los entremeses preparados son tres: El viejo celoso, El retablo de las maravillas y La cueva de Salamanca, todos ellos del gran Miguel de Cervantes Saavedra.

El Viejo Celoso
Lorenza está cansada de los celos de su marido, el Viejo Cañizares. Busca la ayuda de su vecina, Ortigosa, para que le consiga un galán y así darle una lección a Cañizares. Tras ponerle los cuernos, le reclama al viejo sus celos haciendo un escándalo de tal magnitud que su engaño queda ventilado y todos terminan con el honor mancillado.

El Retablo de las Maravillas
Chirinos y Chanfalla buscan siempre una forma nueva de timar gente. Su nueva chanza trata de engañar a la gente haciéndoles aceptar que miran “cosas maravillosas” que salen de un retablo cuando en realidad no hay absolutamente nada.

La Cueva de Salamanca
Leonarda y su criada Cristina tienen una aventura con el Barbero y el Sacristán del pueblo respectivamente. Ellas tratan de engañar al esposo de Leonarda, Celindo, un inocente viejo que cree en la magia. La noche en la que Leonarda y Cristina están teniendo su amorío pasa un estudiante por ahí quien pide asilo en casa del viejo y su esposa. Cuando Celindo está a punto de atrapar a su esposa en el engaño, el estudiante le hace pensar que es un brujo y salva la situación gracias a la candidez del viejo.