GANADOR DEL VII CERTAMEN JESÚS CAMPOS PARA TEXTOS TEATRALES
13,14, 20 y 27 de septiembre a las 20h.
Espectáculo resultado de la III Residencia Artística El Pavón Teatro Kamikaze
“Era una familia normal”. “No noté nada raro”. “Eran muy amables”. ¿Cuántas veces hemos oído estas frases en un informativo? ¿Cuántas más las oiremos? El crimen de la katana fue uno de los que marcan a una generación: un niño mata a su padre, madre y hermana. Mezclaba, además, elementos que a día de hoy de tan normalizados nos parecen absurdos: juegos de rol, chats, videoconsolas…. El seguimiento de la prensa fue exhaustivo y, por supuesto, no se llegó a ninguna conclusión razonable. ¿Por qué habría de haberla? A veces, el horror se hace presente, no tiene sentido, no es disculpable, no es nada que no sea lo que es. A veces hay preguntas que es mejor no formular. Teatro Documento a partir del crimen de la katana.
Cambiaba el milenio y un chico de dieciséis años decidió usar la espada japonesa que le regaló su padre para matar a toda su familia. Un niño asesino, un adolescente desnaturalizado, frío, capaz de cometer el crimen más atroz. Odeim era el nick que usaba para chatear con su novia; con ese seudónimo hizo la promesa de aniquilar a sus progenitores y a su hermana pequeña. Odeim: “miedo” escrito al revés, “miedo” leído sobre un espejo. El miedo del hijo ante el padre. El miedo del padre frente al hijo. Edipo contra Saturno.
Ahora un escritor decide contar su historia, adentrarse en su oscuridad. Y la realidad y la ficción empiezan a mezclarse hasta que la frontera desaparece. Surge entonces la pregunta. ¿Quién soy yo? ¿Qué tengo en común con ese monstruo? ¿Es un monstruo o un niño sin más? Hay preguntas que es mejor no hacerse, hay ciénagas que no deberíamos atravesar. ¿En qué nos convertimos cuando nos sumergimos en nuestros temores más profundos? Antes de obtener respuestas alcé la katana y ya no había marcha atrás.
Estamos acostumbrados a contraponer la inocencia frente a la crueldad. Sin embargo, la inocencia puede ser terrible, caprichosa, egoísta y terriblemente cruenta.
Katana es una historia sobre el miedo, el que motiva los actos más terribles y el que sentimos al escucharlos. Miedo a que nos suceda, pero también miedo a que el irracional motor del horror se apodere de nosotros. Es el otro lado del miedo.
Katana ha sido ganador del VII Certamen Jesús Campos para Textos Teatrales.
Este espectáculo es resultado de la III Residencia Artística El Pavón Teatro Kamikaze.
Equipo artístico
Texto Paco Gámez Dirección Pedro Casas Intérpretes Alba Loureiro, Jorge Monje y Mario Sánchez
Escenografía y vestuario Mónica Florensa Ayudante de escenografía y vestuario Elisa Olalla Técnico Rubén García de Casero Producción Viejas Promesas (Mario Sánchez y Jorge Monje) Producción ejecutiva Alicia Merino Agradecimientos Elsa de Unamuno y Luis Alonso Moreno Una producción de Viejas Promesas