Blanca Portillo Martínez de Velasco (Madrid, España, 15 de junio de 1963) es una actriz, productora y directora española.
Nació en Madrid, ciudad en la que empezó a apuntarse a pequeñas producciones amateurs de teatro. Para hacer realidad su deseo de convertirse en actriz, Blanca Portillo se matriculó en la RESAD, donde se graduó en Arte Dramático. Con el título en la mano consigue papeles en funciones como Bodas de sangre (1984), El mal de la juventud (1985), Lope de Aguirre, traidor (1988), Marat-Sade (1992) o Las troyanas (1993). Entre ellas destacó su doble papel de Cuento de invierno (1992), en la que encarnó a:
1) Una reina que moría de pena tras verse acusada injustamente de adulterio y padecer la muerte de su primer hijo.
2) La hija de ésta que había vivido durante años creyéndose una campesina y que lograba restablecer la armonía en la tierra.
En 1994 protagonizó al lado de Joaquín Kremel la obra de David Mamet, Oleanna, en la que encarnó a Carol, una estudiante que reclamaba una mayor nota a su profesor quien le otorgaba sobresaliente. Portillo debía interpretar a un personaje cuya percepción sobre él mismo varía en cada acto, de tal manera que el espectador dejaba de ver en ella a una víctima acosada por un abuso de poder para apreciarla como una arribista que no se para ante nada para subir peldaños.
Concluida la función, Portillo participó en obras teatrales como Una bala perdida (1995), El embrujado (1995), Terror y miseria del Tercer Reich (1995), Mujeres frente al espejo (1996), y Un fénix demasiado frecuente (1997). Entre medias debutó en el cine con Entre rojas.
A este título se le sumó El color de las nubes (1997), en la que encarnó a una madre divorciada que desatendía a su hijo. El papel le valió una candidatura al Premio Goya a la mejor actriz revelación y a los premios de la Unión de Actores, en cuya edición recibió el galardón a la mejor actriz secundaria por la obra teatral Eslavos, una reflexión sobre el final de siglo y la caída del régimen comunista en la URSS.
A pesar del éxito en el cine y del premio obtenido, Blanca Portillo regresó a los escenarios con Madre, el drama padre (1998) —basada en el texto de Enrique Jardiel Poncela— y No hay burlas con el amor (1998). Paralelamente debutó en la dirección teatral con Hay amores que hablan (1997) y Shakespeare a pedazos (1999).
Al año siguiente Luis San Narciso la fichó para la serie de televisión 7 vidas, donde interpretó a Carlota, una peluquera insegura pero a su vez afectiva y racional que se casaba con un tabernero (Gonzalo: Gonzalo de Castro) al que pretendía educar y cuya relación se enturbió en principio ante la negativa de él a tener hijos -y que terminó aceptando debido a un embarazo inesperado-, y por las ansias de explorar una nueva relación con otro hombre. Blanca se sumó a todo el elenco en el movimiento del No a la guerra en 2003, el mismo año en que puso voz en castellano a uno de los personajes del filme de animación Buscando a Nemo.
La actriz compaginó el rodaje de la serie con su trabajo en obras de teatro como El matrimonio de Boston, El sueño de una noche de verano (2002), Desorientados (2003) y Como en las mejores familias (2003) donde coincidió con buena parte de sus compañeros de televisión. En ella encarnaba a Yolanda, una mujer casada que «tenía frío» en su relación conyugal con Philippe y ante el mundo. Gracias a dicho papel la actriz obtuvo una candidatura al Fotogramas de Plata y el premio de la Unión de Actores. Al final del año dirigió la obra Desorientados (2003).
En 2004 decidió abandonar la serie para emprender un proyecto teatral en Argentina titulado La hija del aire, basada en un texto de Calderón de la Barca. En ella interpretó a Semíramis, la reina de Babilonia, una monarca que desafiaba a su destino ejerciendo su poder. La actriz compaginó la obra con el rodaje del filme Elsa y Fred (2005), en la que encarnó a una mujer que se oponía a la relación entre su progenitor y una anciana de su misma edad.
Al regresar a España escenificó la obra en Madrid y decidió interpretar a un hombre —más concretamente a un inquisidor del siglo XVII— en el filme Alatriste (2005), basada en la novela de Arturo Pérez-Reverte. Se rapó el pelo para afrontar su papel. La Unión de Actores le concedió un tercer premio a la mejor actriz de teatro.
Compaginó este trabajo con su participación en una obra de teatro del colectivo Animalario titulada Hamelin, inspirada en el caso de pederastia del barrio del Raval de Barcelona que hizo perder el peso político a una asociación de vecinos en clara oposición a los planes urbanísticos del ayuntamiento. El director de la función, Andrés Lima, declaraba que su principal interés era denunciar la perversión en la educación de los niños.
Más recientemente Pedro Almodóvar la llamó para interpretar a la vecina de Chus Lampreave en la película Volver (2006) en la que interpretó a Agustina, una mujer del pueblo que busca a su madre y a la que le detectan un cáncer. Un ser solitario —tan austero hasta llevar la cabeza rasurada— en cuyos últimos días encuentra el cariño de sus antiguas vecinas y que la vinculaban de nuevo con el repertorio de mujer decidida con iniciativa propia.
Concluido este trabajo fichó para Los fantasmas de Goya, dirigida por Miloš Forman, en la que encarnó a la reina María Luisa de Parma.
En 2006 dirigió la obra de teatro Siglo XX, que estás en los cielos, la cual narraba la experiencia en el limbo de dos jóvenes que murieron sin alcanzar la treinta —un miliciano republicano y una drogadicta que cayó fulminada en plena movida madrileña»—, la historia de dos guerras perdidas, una librada para que esos jóvenes «no viviesen peor» y otra fruto de la falta de ideales y la sobredosis de escepticismo. La puesta en escena requería un único escenario (un cuadrilátero), las luces apagadas (que impedían ver el rostro de los actores: Roberto Enríquez, Silvia Abascal, Ricardo Gómez y Santiago Crespo) y la filtración en el escenario de olores que remitían a los lugares aludidos por el texto… Entre la puesta en marcha del proyecto y el inicio de la gira, Portillo accedió a aparecer en el capítulo 200 de 7 vidas, donde se reencontró con sus antiguos compañeros de reparto (Amparo Baró, Eva Santolaria, Carmen Machi, Toni Cantó, Florentino Fernández, Santi Millán, Gonzalo De Castro) y se unía a los nuevos (Leandro Rivera, Yolanda Ramos y Cristina Peña).
Cuando la obra dejó de representarse en Madrid, en el Teatro Español, Blanca viajó al Festival de Cannes 2006 para promocionar Volver. Allí recibiría junto a Penélope Cruz, Chus Lampreave, Yohana Cobo, Carmen Maura, y Lola Dueñas el premio a la mejor actuación.
Dos meses después Gracia Querejeta le ofreció su primer papel protagonista en cine en Siete mesas (de billar francés) en la que incorporó a la amante del dueño de un negocio de billar, una mujer de fuerte carácter cuya madre interpretó Amparo Baró. En teatro estrenó Afterplay, según un texto de Brian Friel que especulaba sobre un encuentro entre los personajes de Tío Vania y Tres hermanas. En la función la actriz encarnó a Sonya, quien desde la muerte de su tío no ha logrado adquirir todavía una propiedad privada y sigue enganchada al Doctor Astrov, con quien apenas mantiene esporádicas relaciones sexuales que vuelven a acentuar su soledad y sufrimiento.
El 18 de diciembre se hacía pública su candidatura a los Premios Goya junto a sus compañeras de reparto Lola Dueñas y Carmen Maura; contra las cuales competiría para alzarse con el galardón correspondiente del Círculo de Escritores Cinematográficos y el de la Unión de Actores. Finalmente ganó el galardón de la Unión de Actores, perdiendo los otros dos galardones en beneficio de Carmen Maura.
En mayo encabezó junto con Susi Sánchez y Celso Bugallo el reparto de Mujeres soñaron caballos, en la que interpretó a Ulryka, una fotógrafa pragmática que mantiene una relación inestable con su marido (Ginés García Millán), caracterizada por la violencia verbal y física.
Al concluir la función, se incorporó a los ensayos de Barroco, adaptación de Las amistades peligrosas, en la que trabajó junto a Chema León y Asier Etxeandía. Compaginó este trabajo con su incorporación a Cuéntame cómo pasó, donde dio vida a una profesora universitaria feminista. En cine firmó contrato para narrar la historia de unas reclusas que fundaron en presidio su propia compañía de teatro. Susi Sánchez, Candela Peña, Verónica Echegui, Natalia Mateo completaron el reparto. Al mismo tiempo se alzaba con la Concha de Plata a la mejor actriz en el Festival de Cine de San Sebastián así como sendas candidaturas a los Premios Goya como al Círculo de Escritores Cinematográficos. Sus trabajos teatrales merecen también menciones a los Max (por Mujeres soñaron caballos) y a la Unión de Actores (por Barroco).
En enero de 2009 se estrenó la serie para Telecinco, Acusados, en la que interpreta a la jueza Rosa Ballester. En este ocasión, volvió a trabajar con Silvia Abascal y con José Coronado. En marzo del mismo año, se estrenaba su siguiente trabajo con Pedro Almodóvar: Los abrazos rotos, rodado a mediados del año anterior.
En enero de 2010, Telecinco estrena Las mil caras de Blanca Portillo un reportaje en el que la actriz repasa su trayectoria artística y hace balance de su carrera; y a finales de ese mismo año se da a conocer que la actriz asumía el cargo de directora del Festival de Mérida en sustitución de Francisco Suárez. En 2011, se puso bajo la dirección de la obra teatral La avería, que estaba protagonizada por: Emma Suárez, José Luis García Pérez, Asier Etxeandia, Daniel Grao, José Luis Torrijo y Fernando Soto, en la que Blanca sustituyó en varias ocasiones a Daniel Grao y durante las últimas funciones a Emma Suárez. También rodó bajo las órdenes de Álex de la Iglesia La chispa de la vida. En 2012, grabó entre Galicia y Cataluña, La visitadora de cárceles, dirigida por Laura Mañá.
En 2012 se estrenó una adaptación de La vida es sueño, de Calderón de la Barca, dirigida por Helena Pimenta y que se estrenó en el Festival de Almagro. En ella Blanca Portillo interpreta a Segismundo. Ese año ganó el Premio Max a la mejor dirección de escena por La avería, y el Premio Nacional de Teatro por «su valentía al asumir nuevos retos escénicos y su defensa del teatro como compromiso con la sociedad».
En 2013 se estrenó en Telecinco la tv-movie Niños robados, dirigida por Salvador Calvo, donde interpretó a Sor Eulalia, una controvertida religiosa.
En 2014, se pone al frente del elenco de la obra de teatro Testamento de María, del escritor Colm Tóibín y dirigida por Agustín Villaronga
Desde julio de 2014 y hasta agosto de 2015, dio vida a Mariana en la serie Chiringuito de Pepe de Telecinco.
En noviembre de 2014, dirigió en el Teatro Calderón de Valladolid una adaptación de Don Juan Tenorio realizada por Juan Mayorga e interpretada por la Compañía Nacional. En los carteles figuró de José Zorrilla, si bien con importantes cortes y añadidos que ocasionaron críticas desfavorables, llegando algún medio a hablar de cargarse el Tenorio. Tras el estreno en Valladolid, el montaje se presentó en Madrid, Sevilla y el Festival de Teatro de Almagro, pero no regresó a la ciudad que presenció el estreno. Un año más tarde por las mismas fechas, el Teatro Zorrilla de Valladolid presentó un nuevo montaje debido al dramaturgo Carlos Burguillo.
En 2015 empezó y durante 2016 siguió rodando la serie Sé quien eres, de Telecinco. Finalmente la serie fue emitida en 2017 y dio vida a Alicia Castro.
En 2017 debutó como presentadora de televisión en el programa Ellas, de La 1 de TVE.
Como actriz
Como directora
Festival Internacional de Cine de Cannes
Festival Internacional de Cine de San Sebastián
Premios Goya
Fotogramas de Plata
Premios de la Unión de Actores
Círculo de Escritores Cinematográficos
Premios Max
Premios Mestre Mateo
Premios EñE del cine español
Premios Ercilla
Premios Chivas Telón
Premios Micrófono de Oro
Premios Mayte de Teatro
Premios Mayte de Teatro de Cantabria
Premios de Teatro Miguel Mihura de la SGAE
Premio Ojo Crítico de Teatro
Los otros finalistas fueron Albert Boadella, Alberto San Juan, Federico Luppi, Carlos Hipólito, Núria Espert, José Luis Gómez, Lluís Homar, Juan Echanove, José Sacristán, Helena Pimenta y José Carlos Plaza.