Estrenada en octubre de 2014 en la Sala Cuarta Pared con excelentes críticas, regresa el multipremiado texto de Lukas Barfauss. LAS NEUROSIS SEXUALES DE
NUESTROS PADRES con traducción de Luis G. Araus y Paula Sánchez de Muniaiz y dirección de AITANA GALÁN se podrá ver del 5 al 22 de marzo en el TEATRO GALILEO.
Dora sufre una extraña enfermedad mental que le ha obligado a vivir medicada durante toda su infancia. Una vez adulta, su madre, apoyada por el médico, decide retirarle la medicación para que recupere la conexión consigo misma y con la vida. Libre del adormecimiento de las pastillas, Dora se enfrentará de manera brutal al despertar sexual, provocando en su entorno un desconcierto inusitado que destapará los tabúes y las hipócritas contradicciones en las que se mueve la sociedad europea actual.
El sexo, la libertad, la salud y los límites, son los temas en los que ahonda este perturbador texto de Lukas Bärfuss, referente imprescindible en la dramaturgia europea contemporánea.
Las neurosis sexuales de nuestros padres habla de sexualidad, salud, libertad y límites. En la sexualidad, la pasión hace que nos distanciemos de un núcleo social. En realidad, buscamos expandir nuestros límites para ir a algún lugar donde no estamos, buscamos saltar los condicionamientos sociales; y a través de la confianza que nosotros construimos en la sexualidad, tenemos la posibilidad de abandonar esta pequeña cárcel que nos hemos construido. A mí me interesaba saber qué pasa cuando un ser se para en los límites como, por ejemplo, Dora (una retrasada mental en pleno descubrimiento de su sexualidad) que quiere ir más allá. Nosotros generalmente estamos en el centro, cuando tenemos un sexo fabuloso nos alejamos un poco de ese núcleo, cuando tenemos aún mejor sexo estamos aún más lejos, y cuando nos perdemos totalmente –sólo unas pocas veces- estamos exactamente en el borde, y entonces después volvemos corriendo al centro. Pero Dora está siempre en la periferia. Eso quiere decir que tiene algunos aspectos que le impiden estar en el centro. Y ¿adónde va? Ella, en realidad, debería normalizarse en la sexualidad, pero eso no es posible. Y por eso la idea de la sociedad liberal de encontrar una expresión a través de la sexualidad funciona solamente cuando hay límites muy precisos, y cuando alguien busca correr esos límites recibe la violencia de la sociedad, como es el caso de los homosexuales y de tantos otros, porque esos límites no fueron siempre los mismos. En Tolstoi es Ana Karenina, en Flaubert es Madame Bovary, y en esta obra es Dora.
Aunque Dora, aparentemente, tiene una discapacidad, aquí no se trata de cómo afrontar la sexualidad de estas personas. Lo que vive Dora es el descubrimiento de que no puede disponer total y libremente de sí misma y este descubrimiento lo hacemos todos los seres humanos en algún momento de la vida. Tenemos que aceptar nuestra propia falta de libertad. Y eso no puede enseñarse. Dora es una alumna demasiado buena, lo que la convierte en monstruo y en escándalo. A ella le gusta lo que le están haciendo. Y no tiene ningún problema en verse a sí misma como víctima. Gracias a eso consigue libertad, pero una libertad, por supuesto, terrible.
Lukas Bärfuss
Autor: Lukas Bärfuss
Dirección: Aitana Galán
Versión al castellano: Luis García-Araus/Paula Sánchez de Muniain
Reparto: Carolina Lapausa, Lidia Palazuelos, Flavia Pérez de Castro, Vicente Colomar, Antonio Gómez,Alfonso Mendiguchía y Fernando Romo.
Espacio Escénico: J.L. Raymond
Iluminación: Sergio Torres/David Martínez
Música y espacio sonoro:Irma Catalina Álvarez
Vestuario:Alberto Luna
Ayte. vestuario: Melania Moya
Ayte. dirección: Ana Caballero
Producción ejecutiva: L. Caballero/A. Galán/S. Torres/D. Martínez
Diseño grafico y cartel: Aitor Pazos / Alfonso Pazos
Fotografía y audiovisuales: Alfonso Pazos
Realización de vídeo: Alfonso Pazos
Una producción de La Radical y Miseria y Hambre
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