Entre el 4 y el 27 de marzo
El Festival Internacional de Artes Escénicas cumple su edición número 26 con 111 funciones de danza, teatro, clown, marionetas, títeres y circo
Teatralia, la gran cita escénica de la Comunidad de Madrid para todos los públicos, renueva su compromiso con la infancia en una edición que presenta, entre el 4 y el 27 de marzo, 111 funciones de 15 espectáculos nacionales y 10 internacionales en Madrid y en otros 27 municipios de la región. Esta abundante presencia del festival más allá de la capital, con 54 funciones, refleja la voluntad del gobierno autonómico de descentralizar la cultura y ponerla al alcance del mayor número de espectadores posibles.
El viceconsejero de Cultura y Turismo, Daniel Martínez, ha presentado hoy esta nueva edición del Festival, en compañía de la directora del mismo, Lola Lara.
El festival, afirma su directora Lola Lara, se sustenta en la idea del teatro como “ceremonia, liturgia, ritual, juego y comunicación”, y convoca al público a vivirlo como una “fiesta”. “Las artes escénicas -asegura Lara- requieren del público en razón de su existencia, y a ese público que “es” en el teatro, lo invitamos a que vuelva a “estar” en él”. El programa incluye espectáculos idóneos para todas las edades de la infancia y la adolescencia, desde 0 a 18 años.
Cada espectáculo de esta vigésimo sexta edición, además de la instalación interactiva Ingenii Machina en el Espacio Abierto Quinta de los Molinos, propone códigos expresivos diversos y utiliza disciplinas artísticas variadas; desde el clown poético a la acrobacia dramatizada, desde la marioneta tradicional al títere distópico, desde el teatro de movimiento al teatro de texto, desde la danza a las sombras.
El festival recupera estupendas producciones de fuera de Europa que no pudieron acudir a la edición de 2021 a causa de la pandemia: Doodle Pop, de Corea del Sur que llega a Teatralia con la colaboración del Centro Cultural Coreano; Depois do silêncio, de Brasil; Cyclo, de Chile; y Glob, Not quite midnight, Une lune entre deux maisons y Don Qui Quoi!?!, de Canadá con la con la colaboración de la Embajada de Canadá en España. Esta presencia internacional de ocho países de tres continentes se completa con los montajes europeos Thelonius, de Bélgica; Yana and the Yeti, del Reino Unido; y La historia que se nos olvida, de Chequia.
El año pasado Teatralia cambió su subtítulo a Festival Internacional de Artes Escénicas para todos los públicos, como una “declaración de inclusión, una buena manera de integrar otras realidades”, señala Lola Lara. “Organizar un festival para “todos los públicos” abarca no solo diferentes edades, sino también diferentes capacidades y sensibilidades”.
Esta encomiable voluntad de integración se manifiesta en la presencia de actores o bailarines con discapacidad o alteraciones sensoriales en varios montajes como: Alas, de la compañía Títeres María Parrato; la brasileña Depois do silêncio, de Os Buritis, una versión en danza de la historia de la niña sorda y ciega Helen Keller, que Arthur Penn llevó al cine con Anne Bancroft y Patty Duke; y Su realismo, otra propuesta de danza contemporánea de la Compañía Psico Ballet, creada en 1980 para mostrar la belleza y la capacidad de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo.
Eliminar diferencias, como subrayan estas propuestas, es el mismo propósito de otros espectáculos, que invitan a aceptar a los demás por encima de esas peculiaridades, a hallar un punto de encuentro en el que es posible la amistad, como prueban las propuestas de ¿Cuándo viene Samuel?, EcO, Glob, Une lune entre deux maisons y Yana and the Yeti.
Si ¿Cuándo viene Samuel? demuestra que es posible acercar a los niños la obra Esperando a Godot de Samuel Beckett, en una versión de Ultramarinos de Lucas; en EcO, de la compañía ymedioteatro, sus dos actores son capaces de conmover sin pronunciar palabra alguna; lo mismo que los dos payasos protagonistas de Glob, de Les Foutoukours.
Uno de los momentos más esperados del festival será la representación de Une lune entre deux maisons, la obra fundadora del teatro para la primera infancia en la provincia canadiense de Quebec. Escrita por Suzanne Lebeau y producida por Le Carrousel, relata la amistad entre dos niños de caracteres diferentes. Una temática, la de la diferencia entre las personas y cómo asumirlas, que se repite en la producción británica de marionetas Yana and the Yeti, que plantea la relación de una niña y un monstruo.
Los espectáculos de Teatralia tampoco rehúyen el conflicto o la crítica con determinados aspectos de la sociedad actual: como en Déjà vu, del último Premio Nacional de Circo Manolo Alcántara, que confronta los sueños con la imposibilidad de cumplirlos; o La Rueda,de Kanbaihota Troup, que zarandea el conformismo de la sociedad y anima a romper la rutina y la complacencia.
Un festival insertado en lo contemporáneo no deja, sin embargo, de mirar a la tradición. Esta tradición remite al fondo clásico de la literatura escrita y oral, presente en espectáculos como Joven Hamlet, de Cándido Producciones Teatrales, revisión de la obra de Shakespeare convertida en una historia de detectives; y Don Qui Quoi!?!, de DinamO Théâtre y Théâtre de la Petite Marée, que rescata al personaje de Sancho Panza de la novela cervantina y lo traslada al tiempo actual.
De esa raíz literaria proceden también El hombre que plantaba árboles, de Gorakada, manifiesto ecologista creado a partir de un cuento de Jean Giono, o Rumbo Rodari, de Trastapillada Teatro, que establece un paralelismo con la pandemia de coronavirus que asola el mundo, a la vez que homenajea al gran cuentista literato italiano para niños y jóvenes Gianni Rodari.
Otros montajes bucean en el universo de los cuentos, como Not quite midnight, de Cas Public, una versión bailada de Cenicienta; La historia que se nos olvida, de Teatro de Pavel Šmíd, donde se relata con marionetas la lucha entre el bien y el mal; o la sorprendente Doodle Pop, de BRUSH Theatre LLC, de Corea del Sur, cuyos dos personajes dibujan en una gran pantalla digital la odisea de una tortuga que anhela regresar al mar.
Uno de los puntales de Teatralia es su campaña escolar, que ofrece a los centros educativos de la Comunidad de Madrid la programación del festival en horario y días lectivos para que profesores y alumnos puedan compartir la experiencia de asistir al teatro como parte de sus actividades culturales. En concreto, podrán verse 34 funciones (19 en la capital y 15 en otros municipios) de 18 de los 25 espectáculos programados. Los precios de las entradas en la campaña escolar son más económicos que las funciones de fines de semana, al tener un tratamiento de entradas de grupo.
En la capital, además de Teatros del Canal, Teatralia exhibirá su programación, con 57 funciones, en la Sala Cuarta Pared, Teatro Pradillo, Sala Mirador, La Casa Encendida, Círculo de Bellas Artes (Teatro Fernando de Rojas), Teatro La Abadía, los centros culturales Pilar Miró, Francisco Rabal-Palomeras Bajas, Espacio Abierto Quinta de los Molinos y el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, que se incorpora este año a los escenarios del festival. En total, Teatralia se disemina a lo largo del mes de marzo por más de 40 escenarios de la región.