El local que se puso en el punto de mira internacional de la noche madrileña reuniendo entre sus paredes a artistas, políticos y aristocracia de los años 80, se reinventa hoy como un lugar emblemático de la historia de la capital de España.
El Teatro Barceló se configura en lo que durante muchos años era conocido como la discoteca Pacha (también T Club), y presenta un espacio ideal para aquellos que buscan evadirse de la rutina y disfrutar de una noche de diversión y buena música. Actualmente, el Teatro Barceló se posiciona en la noche de la capital como uno de los clubs más glamourosos y selectos de la zona Tribunal. Teatro Barceló recoge la herencia de los mejores clubs de Madrid, tras los cierres de multiples salas en 2014.
Los espacios bien diferenciados de Teatro Barceló te permiten elegir qué música quieres bailar en cada momento: mientras que en la pista principal encontrarás la mejor música comercial, también podrás dejarte llevar por su zona de R&B y otra de flamenco, pachanga, etc. Cabe destacar que ambas salas están decoradas de forma diferente: en la primera se dan tonos más eléctricos y azul neón, y en la segunda te inundará el rojo más intenso.
Luis Gutiérrez Soto, el arquitecto más reconocido de la época –y artífice del estilo de construcción del Barrio de Salamanca o el edificio del Ministerio del Aire entre otros- construye en la calle Barceló de Madrid un edificio de inspiración naval en honor al marino que da nombre a la calle.
El edificio, que comenzó albergando una sala de cine y un teatro, terminó por dar cabida en los años 80 a la discoteca más emblemática y clásica de Madrid; eje del movimiento de la movida y punto de encuentro de todo aquel que tras una época de represión y “pudor” social quería ver y ser visto.
Pasados los años álgidos de la Movida, el Teatro Barceló nunca perdió el espíritu de glamour y transgresión que le caracterizó durante los 80 y siguió siendo el símbolo de la noche madrileña acogiendo innumerables fiestas y convirtiendo la tarjeta VIP de la sala un auténtico objeto de deseo que solo estaba al alcance de los más privilegiados.
Hoy, en una época de cambio en la que es necesario reactivar el espíritu de convivencia y libertad, Teatro Barceló vuelve acoger entre sus paredes, nuevos generaciones que cojan el testigo de un pasado con mucha historia; ofreciendo diversión y ocio de manera ininterrumpida.