Enclavado en el barrio de Universidad, en el número 11 de la calle Conde Duque, el centro cultural Conde Duque imprime personalidad propia a una zona de la ciudad de Madrid especialmente activa en oferta cultural. Situado entre los barrios de Malasaña, Chamberí, Argüelles y Gran Vía, Conde Duque se presenta como punto de encuentro para un público en busca de una visión diferente de la cultura.
Conde Duque renació en 1983 como centro cultural, tras ser Real Cuartel de Guardias de Corps desde 1717, y ha experimentado una transformación total a partir de 2005, año en que se presenta el primer Plan Director de Conde Duque. Este plan culmina en 2011 y consiste básicamente en la renovación integral del edificio (que pone a disposición de los madrileños 58.777 m², frente a los 48.512 m² ya existentes) y la reubicación en torno al Patio Norte de las dependencias ya existentes dedicadas a servicios culturales básicos (Archivo de Villa, Biblioteca Histórica, Biblioteca Pública Conde Duque, Hemeroteca Municipal y Museo de Arte Contemporáneo de Madrid) y el traslado de la programación y difusión cultural al Patio Sur: música, salas de exposiciones, teatro y salón de actos.
La magnitud del actual proyecto Conde Duque no debe hacernos olvidar anteriores etapas, en las que se configuró como foco de referencia para la exhibición de arte contemporáneo y la conservación del patrimonio documental y, especialmente, de la memoria de la ciudad de Madrid.
Conde Duque participó activamente en el hervidero de ideas y proyectos culturales que la década de los 80 supuso en Madrid, dando a conocer en sus salas a artistas y tendencias de todo tipo y época. Por aquel entonces, el Museo Español de Arte Contemporáneo se transformaba en lo que más tarde sería el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. El centro cultural Conde Duque llenó ese vacío con un programa de exposiciones en las que se prestó especial atención al arte español del siglo XX, la Escuela de Madrid y las muestras colectivas de artistas vivos. Su primer director, Luis Caruncho, ejerció hasta 1991 y durante el período 1993-1995. Contaba Conde Duque en aquel momento inicial con dos salas de exposiciones temporales en la planta baja (Pedro de Ribera y Juan de Villanueva), una en la primera planta (Juan Gris) y un salón de actos.
El centro fue creciendo en dotaciones, actividad y programa a lo largo de las décadas de los 90 y 2000. Si durante la dirección de Antonio Maura (1991-1993) se amplía con la incorporación de un auditorio para música clásica y Madrid se convierte en 1992 en la Capital Europea de la Cultura, con exposiciones tan relevantes como VideoClip 92, Panorama europeo del Videoarte o Propuestas para un Madrid soñado (de Texeira a Castro), con su tercer director, Álvaro Martínez Novillo (1995-2000), Conde Duque crece con dos nuevas salas de exposiciones temporales (Sala de las Bóvedas y Galería del 98) y aumenta considerablemente su programación de exposiciones, conciertos y actividades. Muchos recuerdan aquellas primeras exposiciones individuales de artistas vivos fuera del circuito habitual de programaciones, como las de Isabel Quintanilla, Paco López Hernández, Ouka Lele, Manolo Hugué, Ops/El Roto/Andrés Rábago, Dis Berlin o Sigfrido Martín Begué. Los Veranos de la Villa, celebración musical clave en la programación anual de la ciudad, tuvieron en el Patio Central de Conde Duque uno de los escenarios preferidos por el público.
A partir del año 2000, con su cuarto director, Juan Carrete, el centro sorprende a la ciudad de Madrid abriendo una línea de trabajo completamente diferente a la realizada hasta entonces, con el taller de arte digital Medialab, que ocupará gran parte del espacio y de la programación del centro cultural hasta 2007. Posteriormente, desde 2004, el centro Conde Duque queda sin director durante la última etapa de remodelación, bajo la coordinación general del Área de las Artes y la Dirección General de Archivos, Museos y Bibliotecas. En 2011 se inaugura de nuevo y en abril de 2012 es nombrado director del centro Juan José Herrera de la Muela, quien pasará a dirigirlo y gestionarlo como director general de Museos y Música a partir de enero de 2013. En esta etapa, la dirección del centro propone la creación de una coordinación general de los nuevos espacios, con un responsable de la gestión diaria y de la coordinación de la programación, como existe en otros grandes espacios culturales (Matadero Madrid o CentroCentro). El primer coordinador general del centro Conde Duque, en 2013, es Pablo Berástegui. El nuevo equipo director de Conde Duque, formado por ambos, elabora y propone las líneas estratégicas generales de desarrollo del mismo, que se venían experimentando desde la primera programación de otoño de 2012.
En 2014 se configura un nuevo equipo de coordinación de la programación cultural dirigido por Concha Hernández, a la vez que el Museo de Arte Contemporáneo y la programación de exposiciones pasan de nuevo a depender, junto con las otras instituciones, de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Museos.
Hoy, tras la apertura de las nuevas instalaciones inauguradas en 2011, la reorganización del espacio y el reinicio de una programación en casi todos los ámbitos, Conde Duque se ha convertido en un centro esencial de la actividad cultural de Madrid, uno de los tres grandes centros culturales metropolitanos de la ciudad, junto a Matadero Madrid y CentroCentro, con una línea propia distinta de la cultura-ocio y orientado a la escucha del barrio y la ciudadanía.
El Conde Duque cuenta con dos salas de exposiciones, un auditorio dedicado a la música, un salón de actos con capacidad para 300 personas aproximadamente y que sirve de apoyo a toda la programación que se genera desde el centro. La Sala de Bóvedas: superficie útil de 504 m² y un aforo de 168 personas según la actividad que se programe. 5 bóvedas independientes que se comunican entre sí por un pasillo paralelo a la calle, destaca por su versatilidad, que permite que se desarrollen en ella espectáculos de danza, teatrales, desfiles de moda, performances u otros tipos de actividad.
Salas de Ensayo
Conde Duque cuenta con dos grandes salas de ensayo (una destinada a propuestas teatrales y otra para danza) como complemento al Teatro. La sala de ensayo para teatro, de tamaño similar al escenario del Teatro, se comunica con éste a través de los camerinos y se configura como un complemento fundamental para su programación. Es la sede del programa de lecturas dramatizadas. Junto a la sala de ensayo para la danza, suman una superficie de 729 m².
Ambos espacios están al servicio de los creadores madrileños, con el objetivo de fomentar y apoyar la producción y la investigación de nuevos lenguajes escénicos que enriquezcan la oferta de la ciudad.
Teatro
Conde Duque cuenta con un espacio escénico, caracterizado por su versatilidad y dotación técnica, pensado para acoger tanto teatro como danza. Sus 2.093 m² están a disposición de la creación, desde una perspectiva abierta a todas las disciplinas escénicas, aunque dedica una especial mirada al mundo de la danza, al tiempo que apuesta por las compañías madrileñas, para seguir fortaleciendo el tejido escénico de la ciudad.
El Teatro de Conde Duque está situado en la primera planta del Patio Sur, en el lado oeste. Aunque sea un teatro de gran formato (escena de 12 x 17 metros y peine de 5,99 metros de altura), el patio de butacas se ha diseñado pensando en la proximidad y la cercanía con el público. La inauguración del Teatro permite, por vez primera en su historia, que todas las expresiones artísticas convivan y formen parte del nuevo Conde Duque.
Aforo: 253 localidades