La compañía Noviembre presenta el 30 de Julio en el Teatro Bellas Artes otro clásico de William Shakespeare, ‘Otelo‘. Versión de Yolanda Pallín y bajo la dirección de Eduardo Vasco, el montaje está protagonizado por Arturo Querejeta en el papel de Yago y Daniel Albadalejo como Otelo.
La Compañía Noviembre Teatro vuelve a la carga con Shakespeare tras Hamlet (2004) y Noche de Reyes (2012), y una exitosa gira. El tándem compuesto por Yolanda Pallín y Eduardo Vasco como cabezas creativas de la compañía, junto a la producción de Miguel Ángel Alcántara constituyen una de las líneas de trabajo más estables del teatro español contemporáneo. La obra fue estrenada en el 2013 en el Teatro Calderón de Valladolid y ha recorrido numerosas ciudades obteniendo excelentes críticas.
La mano que mueve los hilos
«No soy lo que parezco», dice Yago y planta la semilla de su intriga.
Una de las dificultades con la que nos encontramos las gentes de teatro a la hora de trabajar con estos monumentos literarios que son las tragedias de Shakespeare pasa por olvidar todo lo sabido, lo leído, lo oído, todo lo comentado, los lugares comunes y las reflexiones, atinadas o no, sobre posibles lecturas contemporáneas. Porque nada es lo que parece. Cuanto más famosa y apreciada es la obra en cuestión, más literatura crítica se suma al palimpsesto de su significado. En pocas ocasiones la obra en cuestión, famosa y apreciada, ha pasado a formar parte de los relatos arquetípicos que configuran una cultura. Otelo es una de esas obras. En este sentido sólo podemos comparar Otelo con Macbeth y Hamlet, y afirmar que, con ambas, ocupa los lugares superiores en el Olimpo de las tragedias shakesperianas. Son obras de protagonista, ya en sus títulos, y representan tres maneras diferentes de encarar las formas trágicas desde una perspectiva no clásica. Pero probablemente de las tres Otelo es la que con más claridad actualiza un sustantivo en nuestra memoria tras su mera mención: Otelo es la tragedia de los celos; incluso mucho más que Hamlet representa la duda y Macbeth la ambición. Ahora bien ¿los celos de quién? ¿La envidia de qué? En los últimos tiempos se han sumado a este núcleo de convicción temática algunos otros que potencian diferentes elementos de la fábula, ahora considerados de plena actualidad, como son la violencia contra la mujer o el tratamiento de la población inmigrante. Siempre estuvieron ahí. Como la profesionalización del ejército o las intrigas cuartelarias. Después de todo, Shakespeare es nuestro contemporáneo y cada época lee en él signos en los que encontrar identificación. Si todo Shakespeare se ha visto sometido a múltiples y variadas interpretaciones críticas Otelo es una de las obras sobre la cual podemos leer más divergentes interpretaciones. ¿Es Desdémona inocente o temeraria? ¿Es Casio noble o un oportunista? ¿Es Rodrigo un personaje cómico o patético? ¿Representa el Dux la justicia o la guerra sucia? El mejor teatro actualiza estos conflictos y nos ofrece más preguntas que respuestas. ¿Son éstos términos incompatibles para la vasta experiencia humana? ¿No tratan de esto las mejores obras de Shakespeare, las mejores tragedias de la historia? La pregunta sobre si Otelo es una bestia o un orador sofisticado ha desatado la pluma de muchos estudiosos: nosotros confiamos en que sólo la escena puede dar cuenta de su complejidad.
Pero la gran pregunta, la pregunta del millón, es sin duda aquella que pretende desentrañar los motivos de Yago. La mano que mueve los hilos, el pervertidor en la sombra, el cínico que no tolera el bien porque no puede creer en él; el profundamente desencantado: si todo el mundo miente, cómo verificar que algo es verdad, cómo recuperar la fe; fe en el amor, en las relaciones humanas, en la amistad, en la justicia… Otelo querría recuperar esta fe, lucha desesperadamente consigo mismo y pierde. Yago no cree que exista tal cosa, pero igual lucha; tal vez porque en la vida de Otelo hay una hermosura cotidiana que hace fea la suya, una reminiscencia del paraíso perdido. Shakespeare, de nuevo, nos lleva hasta el centro del misterio humano y hace con él poesía en acción. Esperamos participar de esta belleza, una vez más.
Yolanda Pallín
SINOPSIS
Otelo, general moro al servicio de Venecia, consigue el amor y la mano de Desdémona, una noble veneciana; pero Yago, despechado porque Otelo ha nombrado su lugarteniente a Casio y no a él, trama su venganza. Ante un ataque de los turcos, Otelo es enviado a Chipre y viaja con su mujer. En Chipre, Yago consigue que Casio se emborrache y pierda la confianza de Otelo. Así se convierte en su oficial de confianza y empieza a insinuar que Desdémona le es infiel con Casio.
Otelo es, seguramente, una de las obras más populares de William Shakespeare. Sorprende desde su aparición por su construcción dramática y por la crudeza de su acción, por el moro, un extraño protagonista para una tragedia, y su particular bajada a los infiernos: su transformación desde el guerrero impecable que celebra la dicha de un amor pleno al asesino enloquecido por las sospechas que acaba con su mujer y su propia vida.
FICHA
Otelo Daniel Albaladejo
Yago Arturo Querejeta
Casio Fernando Sendino
Rodrigo Héctor Carballo
Desdémona Cristina Adua
Emilia Isabel Rodes
Ludovico Francisco Rojas
Brabancio/Montano José Ramón Iglesias
Pianista/Criado Ángel Galán
Autor: William Shakespeare
Dirección: Eduardo Vasco
Versión: Yolanda Pallín
Vestuario: Lorenzo Caprile
Escenografía: Carolina González
Iluminación: Miguel Ángel Camacho
Ayudante de dirección: Fran Guinot
Ayudante de vestuario, maquillaje y peluquería: Emilio Salinas
Técnico de iluminación: Tomás Ezquerra
Vestuario: Cornejo
Producción: Miguel Ángel Alcántara
COPRODUCCIÓN: Noviembre Compañía de Teatro y Teatro Calderón de Valladolid
Fechas y horarios: Del 30 de julio al 14 de septiembre.
De miércoles a viernes a las 20.30h. Sábados a las 19:30h y 22:00h. Domingos: 19.00h en el TEATRO BELLAS ARTES