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VUELVE NOVECENTO con Miguel Rellán, en marzo al OFF LA LATINA
Una fábula inolvidable, divertida y conmovedora, que indaga en los rincones del ser humano y su incesante persecución de los sueños.
El 13 de mayo se estrenó en el Teatro Español ‘NOVECENTO, El pianista del océano‘, un monólogo teatral de Alessandro Baricco, dirigido por Raúl Fuentes y protagonizado por Miguel Rellán. En septiembre se pudo volver a ver en la SALA TÚ y en la Sala Off del Teatro Lara. Luego en el Maravillas…. y ahora en el Off La Latina.
Llega un momento en la vida en el que elegimos cómo queremos vivirla. Novecento nos presenta y narra la historia de un artista inmenso, un creador de esa belleza inasible que es la música, un genio capaz de cualquier cosa, menos de lidiar con la vida, enfrentarse a la vida. Y no la vida como un concepto abstracto e intangible, sino la vida en su aterradora cotidianeidad. Porque la vida es aterradora, dura, terrible de encarar y sobre todo, de elegir.
Elegir. Al final, todo este breve cuento que es vivir va de elegir. Que no nos engañen. Nos pasamos la vida eligiendo. Elegimos a cada segundo. Y uno de los grandes males del hombre contemporáneo es la propia paradoja de la elección: decidirse por algo, entre la incalculable oferta, y no disfrutar de lo elegido, sino dirigir la mirada y el deseo hacia todo lo que hemos desechado en el propio acto de elegir. De ahí que, para el propio Novecento, el gran héroe sea el hombre común, aquel que toma decisiones todos los días, a todas horas, el que encara ese viaje terrible y hermoso que es vivir.
Vivir y elegir. Elegir vivir la vida, sus riesgos, sus emociones, sus miedos, sus éxitos y sus fracasos; o elegir quedarse en un barco viviendo una vida imaginaria y soñada a través de las teclas de un piano. Eso sí, un piano del que saldrá la música más extraordinaria jamás oída. Como decía, todos nos salvamos como podemos.
Y para contar esta fábula contemporánea, nada mejor que el complejo mecanismo a través del cual el teatro cobra su verdadero sentido, potencia artística y capacidad emocional: la Imaginación.
La imaginación en la palabra. A través de la palabra, no sólo como portadora de sentido sino como convocadora de imágenes, buscaremos una relación íntima con el espectador y su imaginario, devolviendo a la escena la inherente capacidad del lenguaje de generar imágenes a través de la interpretación. Así, estimulando la imaginación del público y su recepción activa, conseguiremos que la potencia del hecho teatral se multiplique, creándose el espectáculo en la mente del espectador, no sólo encima del escenario.
Porque contar una historia, ya sea a la luz del fuego, en el ágora, la iglesia, la plaza mayor, los corrales o en los escenarios, no sólo es el oficio más antiguo del mundo, desde el chamán hasta el actor, sino que es una necesidad vital para el que escucha, imagina y por ende, proyecta en su propia vida las resonancias de lo narrado. Nos morimos porque nos cuenten historias. Desde niños.
Nuestra predisposición para que nos cuenten historias se remonta hasta nuestros primeros gemidos, recién llegados a este mundo, desnudos e indefensos, demandando una explicación a las preguntas que no tienen respuesta. De ahí las narraciones, los cuentos, las grandes historias, nuestra necesidad de ser contados. Iluminados, si se me permite. Y quizá no encontremos respuestas, o las respuestas que buscamos, pero las grandes historias nos ayudan a continuar, a seguir luchando, a seguir avanzando hacia un horizonte llamado esperanza.
Y Novecento es una de esas historias. Una de esas grandes historias.
Un trompetista de jazz, a través de sus recuerdos, nos narra la extraordinaria historia del que fuera su mejor amigo, Novecento, un pianista excepcional nacido en uno de esos barcos que recorrían las rutas entre Europa y América a principios del siglo XX, en los que se mezclaban ricachones, golfos, emigrantes y turistas. Novecento era un pianista de técnica increíble, capaz de extraer notas mágicas, insólitas, melodías asombrosas que cautivaban cada noche a los viajeros del barco en el que había nacido y del que decían que nunca se había bajado. Nunca había pisado tierra. El mejor pianista de todos los tiempos, y no existía para el mundo. Sin patria, ni familia, ni fecha de nacimiento. Nada. Hasta que un día decidió bajar.
Novecento es, ante todo, un viaje emocional en busca del sentido de la vida, con sus dudas y certezas, a través de la memoria y la música. Una emocionante historia sobre la amistad y la admiración en su estado más puro. Una fábula inolvidable, divertida y conmovedora, que indaga en los rincones del ser humano y su incesante persecución de los sueños.
Autor: Alessandro Baricco
Versión y Dirección: Raúl Fuertes
Espacio escenico e iluminación: Raúl Fuertes
Fotografía: Jeronimo Alvarez
Diseño de Cartel: Ivan San Martin
Produccion Ejecutiva: Lola Graiño (Producciones Teatrales Contemporanéas)
Produccion: Bucharta S.L.