Pánico Escénico
presenta
Del 24 de agosto al 24 de septiembre, Fiesta Corral Cervantes Cuesta de Moyano
En el marco conmemorativo del 400 aniversario del fallecimiento de Cervantes, figura absolutamente universal. Siempre es momento de conmemorarlo a través de sus obras fuente de inspiración inagotable.
LOS ESPEJOS DE DON QUIJOTE ha sido escrita y dirigida por Alberto Herreros, y protagonizada por un doble elenco compuesto por José Manuel Seda en el papel de Cervantes, Daniel Moreno como Shakespeare, Marta Guerras como Dorotea y Pedro Miguel Martinez, que interpretan al carcelero.
Una mañana de 1597 Cervantes despierta encarcelado en una de las celdas de la Prisión Real de Sevilla, acusado de robar los impuestos que él mismo recaudaba para el Rey de España justo cuando pensaba que la fructífera recaudación podía cambiar su fortuna de una vez por todas. Todo le señala como culpable pero el acusado se defiende con gran convicción ya que “casualmente” el banco en que depositó los impuestos ha quebrado el día anterior, justo antes de su detención.
Tratando de poner de su parte al carcelero descubre que en una celda vecina sufre encierro Dorotea; la tabernera con quien Cervantes anda en relaciones. Ambos debían encontrarse la noche anterior en la taberna nada menos que con el banquero de forma que la presencia de ella en prisión no debe ser casual.
El grotesco y rígido carcelero no atiende a pasiones ni razones y le impide encontrarse con ella. Dorotea, por su parte, está dolida con Cervantes por todo lo ocurrido y se niega a darle ningún tipo de información. Arrinconado y solo –Cervantes- expuesto a una encrucijada crítica; recibe, por si fuera poco, el azote de un peculiar escritor, que acudió anoche en defensa de la dama y que sufre con ella también encierro. El escritor pretende que Cervantes cambie su conducta con la chica enfrentándole con su enemigo más temido; él mismo.
Este Cervantes lleva más de 15 años tratando de obtener pasaporte a Indias y deambulando como un pícaro y buscón que cae de oficio en oficio y de bajeza en bajeza por la península fracasando en su intento continuo de ascender socialmente.
Este Cervantes que despierta entre rejas tras la detención y paliza sorpresiva de unos guardias a la puerta del banco no es ese que nos traslada la historia; un Cervantes mitologizado que NO ES un Camilo José Cela, un Gabriel García Márquez, un mero ratón de biblioteca. Ya debemos cambiar su imagen a su vuelta de Argel a la península para acercarla más bien a la de un hombre con neurosis de guerra; un Rambo, un exmilitar duramente tratado por la guerra, desorientado y sometido al la traición del imperio por el que ha dado la vida, una panorama desolador que le persigue desde que pone el pie de vuelta en el país, por la grave crisis económica y, sobre todo, moral de la España post imperial de Felipe II.
Recientes hallazgos desvelan que este episodio –hasta ahora sin resolver- de la biografía cervantina tiene una importancia capital. Varios sucesos únicos -que se concentran en aquella cárcel– dieron la vuelta a la vida de un Cervantes que, como colofón de aquella revolución personal, descubre a su gran personaje y comienza a escribir su gran obra; El Quijote. Una invención única que cambia la historia de la literatura y que, como cara oculta, más desconocida pero más importante, supone un ejemplo de transformación personal profunda a través del arte.
Esta celda marca el episodio decisivo que separa las dos grandes etapas vitales y literarias del “Cervantes real”. Quizá, además, sea el mejor episodio para expresar nada menos que el inapropiado encierro al que, con la reja de tan desafortunadas deformaciones históricas se viene sometiendo desde hace siglos a tan crucial actor de la cultura universal.
Dramaturgia y dirección: Alberto Herreros
Reparto: José Manuel Seda en el papel de Cervantes, Daniel Moreno como Shakespeare, Marta Guerras como Dorotea y Pedro Miguel Martínez, que interpretan al carcelero.
Una producción de Pánico Escénico
Fechas y horarios: Del 24 de agosto al 24 de septiembre, de lunes a sábado a las 21h. en Fiesta Corral Cervantes Cuesta de Moyano
Un trabajo muy logrado de los actores.
Trepidante por los textos que no dejan descanso no un segundo.
Falta algo en la escenografía para sentir esos calabozos