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de Fernando J. López
Inspirada en la novela de Castillo Solórzano
Dirección: Quino Falero
Una comedia feminista sobre cómo éramos en el siglo XVII… Y sobre cómo somos ahora.
Próximo estreno: 22 de julio en el Festival de Teatro Clásico de Almagro 2016.
LAS HARPÍAS EN MADRID de Fernando J. López a partir de la novela picaresca del S. XVII de Castillo Solórzano. Con dirección de Quino Falero y con un reparto formado por Nuria González, Marta Aledo, Natalia Hernández, Juanan Lumbreras y Paco Déniz.
Enfrentarse a la dirección de una comedia, sea clásica o contemporánea, supone un ejercicio de precisión en la creación de los personajes y la construcción de las situaciones. En este caso, siendo una dramaturgia contemporánea a partir de una novela del siglo XVII, el autor ha respetado muchas de las claves del teatro del Siglo de Oro. Se trata de una excelente combinación de recursos dramáticos que permiten jugar con una estructura clásica, una forma contemporánea y un contenido universal. En esta composición reside la clave para la puesta en escena, utilizar los recursos del teatro barroco dirigidos a la mirada de un espectador de nuestro siglo para hablarle de un tema que conserva su vigencia en la actualidad.
La obra plantea un enredo brillante, lleno de argucias y confusiones que va conduciendo al espectador a través de los derroteros hilarantes por los que van transitando los personajes. El ritmo de una comedia desenfrenada combinado con la atmósfera y la plástica del teatro clásico son los referentes más importantes para la puesta en escena. Pero nuestra comedia no solo acoge un acontecimiento anecdótico y superficial sino que va más allá, se trata también de provocar en el espectador una reflexión en torno a la figura de la mujer en el Siglo de Oro, establecer un retrato de aquellas mujeres que ponían su inteligencia y su ingenio al servicio de su libertad.
Con mucho sentido del humor, las harpías nos van trasladando de una estafa a otra motivadas por el enriquecimiento pero también por valores más profundos, la venganza, el honor…, se tendrán que disfrazar para engañar a sus víctimas, con el peligro de ser descubiertas y con el ingenio para salvar todos los obstáculos, como en las comedias de aventuras donde esperamos que el héroe venza a los villanos, solo que esta vez los héroes son heroínas.
Nunca antes habían llegado las harpías de Castillo Solórzano a las tablas teatrales. Tres mujeres que comparten miserias y estafas en la España barroca y con las que su autor pretendía aleccionar a los hombres sobre los peligros de las mujeres, situando su texto dentro de la fértil tradición misógina de la literatura europea.
De lo que quizá no era tan consciente Solórzano era de que su historia retrataba también las mezquindades masculinas –el egoísmo, la soberbia o la estupidez de los hombres a quienes ellas engañan– y ensalzaba las virtudes de las protagonistas, en especial las relativas a su ingenio e inteligencia. El material, por tanto, permitía abordar una propuesta teatral crítica y feminista, en la que se defendiera la igualdad entre mujeres y hombres a partir de una situación concreta –Madrid, siglo XVII− que acaba siendo atemporal. Y es que aún hoy, tal y como apuntan Teodora y sus hijas, son muchos los tópicos y prejuicios que hemos de romper en ese camino hacia la igualdad.
A este tema, motivación ya más que suficiente para afrontar la escritura del texto, se sumó pronto el reto que suponía construir una comedia a partir de la novela original. Una obra narrativa que se compone de diversos episodios de estructura repetitiva y sin nexo argumental entre ellos. La dramaturgia, por tanto, tenía más de creación que de versión y exigía un ejercicio de inmersión profunda y sincera en los códigos y formas de la literatura picaresca.
Desde esa honestidad y esa pasión por nuestra literatura clásica nace esta función, concebida como un homenaje contemporáneo a esos textos y, muy especialmente, a las pícaras, herederas de la tradición celestinesca y condenadas, con demasiada frecuencia, a un injusto segundo plano. Un gozoso homenaje a la literatura del Siglo de Oro donde figuran guiños –a veces explícitos, a veces velados− a autores como Garcilaso, a Cervantes o a Calderón, además de asomarnos, desde nuestra mirada del siglo XXI, a temas y motivos tan habituales en el teatro barroco como el honor, el amor o el libre albedrío.
Una comedia, en definitiva, que bajo sus disfraces y enredos, no solo pretende provocar la risa del público, sino despertar su reflexión y ofrecerle una mirada crítica sobre la realidad. Sobre quiénes fuimos entonces… Y sobre quiénes somos ahora.
Autor: Fernando J. López, a partir de de la novela picaresca del S. XVII de Castillo Solórzano
Dirección: Quino Falero
Escenografía Mónica Boromello
Vestuario Lupe Valero
Diseño de iluminación Toño M. Camacho
Espacio sonoro Ana Villa y Juanjo Valmorisco
Producción Chácena, Flower Power, De Gira
Diseño gráfico y fotografía Javier Naval
Dirección de producción Nadia Corral
Ayudante de dirección y producción Rocío Vidal
Distribución Clara Pérez
Reparto: Nuria González, Marta Aledo, Natalia Hernández, Juanan Lumbreras y Paco Déniz.
Compañía: Chácena, Flower Power y DeGira Espectáculos / Coproducción del Festival de Almagro
Twitter: @lasharpias
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