Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid, Théâtre de Liège y La tristura
presentan
del 1 a 12 de julio
«Nos queremos volver a despertar mañana. Es un deseo humano, íntimo y político para el que necesitamos herramientas y esfuerzo, pero también ternura y deseo». Marina Garcés.
Desde hace unos años hemos ido trabajando en teatros más grandes, en mejores condiciones, y hemos podido contar con un equipo de trabajadores, de técnicos, con los que desarrollar montajes más complejos. Observamos todo ese proceso, que tan solo dura unas horas, como un rito de paso. Un camino que comienza en la nada, en el escenario vacío, y se va desplegando hasta el momento final, cuando todo está dispuesto para que entre el público. Esta marcha entre luces, maquinaria y construcción del espacio, nos parece casi un recorrido místico. Siempre hemos pensado que en ese viaje se escondía una pieza escénica en la que algún día tendríamos que investigar. El momento es ahora.
Al mismo tiempo, Renacimiento se dibuja a partir de momentos icónicos de nuestra breve historia democrática. La pieza trata de comprender la naturaleza de los grupos y de las comunidades y cómo nos unimos en relación a objetivos en común. Nos concentraremos en un pequeño grupo de operarios que nos conducen por esta obra, con el deseo de simplemente llegar a conocerles, con la intuición de que la intimidad y la poesía son, esencialmente, conceptos políticos.
El teatro es el lugar en el que la sociedad se enfrenta a sí misma, a sus propias heridas y oscuridades. Y, al mismo tiempo, es un espacio de celebración, un extraño oasis donde todavía es posible el encuentro humano, real y tangible, donde sentir que no estás solo en el mundo. Siempre nos hemos sentido apelados por esta dualidad. Por eso, frente al recuperado concepto de «Reconquista», traemos aquí el de «Renacimiento», que, de una manera inocente e incluso naíf, nos recuerda que seguramente nos querremos volver a despertar mañana. Y que, hayamos llegado como hayamos llegado hasta aquí, la vida empieza, de nuevo e imparablemente, ahora mismo.
La tristura, invierno 2020
Creación: La tristura
Intérpretes: Roberto Baldinelli, Alván Prado, Mundo Prieto, Emilio Rivas y Marcos Úbeda
Diseño de iluminación: Carlos Marquerie
Diseño de escenografía y vestuario: Cecilia Molano
Diseño de sonido: Adolfo García
Dirección de producción: Alicia Calôt
Dirección técnica: Cristina Bolívar
Ayudante de escenografía y vestuario: Almudena Bautista
Ayudantía técnica: Roberto Baldinelli y Mathieu Dartus
Ayudante de producción: Iván Mozetich
Coreografía: Mucha Muchacha
Invitados en escena: Andrés Bernal, Ana Botia, Alicia Calôt, Edgar Calot, Eduardo Castro, Emma de la O, Pablo Díaz, Manuel Egozkue, Teresa Garzón, Daniella Hernández, Gonzalo Herrero, Ainhoa Linaza, Marta Mármol, Belén Martí Lluch, Chiara Mordeglia, Iván Mozetich, Carmela Muñoz, Siro Ouro, Elisabet Romagosa y Sara Toledo.
Voz: Vera Cort
Distribución y comunicación: Art Republic
Prensa: Paloma Fidalgo
Fotografía: Mario Zamora
Pintura de telones: Nuria Obispo, Olga López, Ana Arroyo y Julia Navalón
Colaboración telones: Theatre de Liege y Sandra Belloi
Confección vestuario: Isabel López
Realización atrezzo: Ricardo Vergne y Mundo Prieto
Proveedor audiovisuales: Creamos Technology
Agradecimientos: Teatro de la Abadía, Raúl Alonso, Natalia Álvarez Simó, Clara de Andrés, Gabriel Azorín, Marion Betriou, Gonzalo Cort, Mar Diago, María Gurría, Alberto Jiménez, Jorge Juárez, Andrea Lewin, Itziar Manero, Elena Martínez, Marina de Remedios, Ángela Santos Fernández, Eduardo Vizuete, Roberto Gutiérrez, Alicia Macías, Bar Aperitoche.
Una producción de: Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid, Théâtre de Liège y La tristura
Colabora en la producción: Grand Theatre de Groningen
Proyecto realizado con el apoyo del programa de ayudas a la creación y la movilidad del Ayuntamiento de Madrid
En colaboración con la producción: CREA SGR+