Corral Cervantes
LA LENGUA EN PEDAZOS
La que de modo imponente llama hoy la historia “Doctora de la Iglesia”, en su día se llamó a sí misma “la loca de la casa”. Jamás esa alma exultante imaginó que fuera santa; se conocía a sí misma y sabía que era más: era poeta. En La lengua en pedazos, Juan Mayorga convierte la asombrosa cuenta de conciencia que Teresa escribe en Libro de la vida en la escena deslumbrante de un asalto del alma que sucede entre los pucheros de la cocina del monasterio de San José, donde además de Dios, también ronda el diablo. De pronto se abre la puerta y en el corazón de aquel silencio interior irrumpen las voces de un extrañamiento inquisidor, de una duda, de un mal pensamiento, de una tentación, de un combate. De esa lengua en pedazos surgen palabras indómitas y poderosas que van conquistando la libertad desde la soberanía de un corazón que ha descubierto que el misterio consiste en que alguien la amó primero. ¡Todo es gracia!
Las palabras temerarias de Teresa se atreven a discutir con el diablo, porque no hay amor sin ingenio, ni ingenio sin osadía. En su discernimiento será preciso hallar todos los nombres de la luz hasta conseguir que el mismísimo miedo tiemble; y después de culparse sin culpa, orientar el rumbo hacia el amado. La libertad de Teresa es un milagro del albedrío, un fulgor del deseo, un fruto del esfuerzo, una victoria de la paciencia. Será preciso evocarla con tenacidad en estos tiempos de confusión en los que vuelven disfrazados las inquisiciones y los fariseísmos.
— Luis de Tavira
SINOPSIS
Santa Teresa de Ávila fue una de las primeras mujeres consideradas doctoras por la iglesia católica. Con escritos que van de la filosofía a la poesía y de la mística a la teología, los testimonios que dejó despliegan uno de los pensamientos más fascinantes y poco estudiados de la actualidad.
En la obra de Juan Mayorga, seremos testigos de un encuentro entre Teresa y una importante figura política de la iglesia. Durante este encuentro no sólo estará en riesgo la permanencia del monasterio que Teresa acaba de fundar —San José— sino la vida misma. Lo que al principio parece un juicio desproporcionado en donde un acusador usará todos sus argumentos morales para hundir a su acusada, pronto se convierte en un debate ideológico y pasional en donde ambas partes se verán forzadas a exponer eso que son bajo la piel. En este encuentro, Santa Teresa y el Inquisidor pondrán en tela de juicio sus más profundas convicciones.
La lengua en pedazos no sólo nos brinda la oportunidad de asomarnos al complejo pensamiento y carácter de Santa Teresa, sino que nos abre la ventana a su lado más humano y vulnerable.