presenta
STANISŁAW MONIUSZKO. Dirección de orquesta: Łukasz Borowicz
09 NOV, 23 – 11 NOV, 23
Una ópera romántica polaca que, junto con la figura y producción de Chopin, supone uno de los hitos en la historia musical del país y que llega al Real con la voz del polaco Piotr Beczała. Considerada un tesoro nacional, sus melodías cantadas tienen sus raíces en la tradición polaca. Cada vez que se representa esta ópera en Polonia, adquiere el tinte de acontecimiento nacional. La calidad artística y su gran estructura crean un ágil pulso dramático dentro de sus cuatro actos ayuda a relacionar sus elementos musicales con el personaje de Halka.
Una ópera que nos lleva a la campiña polaca, donde un noble empobrecido, Janusz, rompe su relación con la joven Halka, que espera un hijo suyo, por la oportunidad que le surge de casarse con alguien más adinerado. Janusz se promete con la hija del mayordomo del rey, decide repudiar a Halka y mandarla de regreso a su pueblo natal.
Jontek, un joven montañés que ama a la joven trata de conquistar a su amor, pero Halka está obsesionada con Janusz y cuando se entera del matrimonio de éste, decide suicidarse arrojándose al rio mientras los siervos del pueblo cantan de forma agresiva, dando a entender que puede que se produzca una rebelión del pueblo contra injusticias como la de Halka.
La ópera nacional polaca por excelencia sorprenderá a más de uno por lo aquilatado de su lenguaje dramático y musical, cualidades imprescindibles para llevar a buen puerto la temática universal —el repudio de la madre con hijos ilegítimos— que conocemos en toda su crudeza a través del mito de Medea pero que Moniuszko aproxima, con más de medio siglo de antelación, al universo realista y compasivo de Jenůfa.
Ópera «nacional» —aunque no «nacionalista» en el sentido lato del término—, Halka ocupa en su país la posición seminal que ocuparon El cazador furtivoen Alemania, La vida por el zar en Rusia, Hunyadi László en Hungría o La novia vendida en República Checa. Escrita cuando Polonia vivía bajo el yugo ruso, Moniuszko se elevó gracias a ella como el héroe musical —con permiso de Chopin— de una tierra oprimida. Su protagonista —la campesina Halka— adquiere su trágica estatura gracias a su explícita identificación con el pueblo polaco —conseguida mediante la inflexión popular de su canto— y por las conmovedoras imágenes con las que enmarcaron su frágil figura el libretista y el compositor de esta obra imprescindible del Romanticismo centroeuropeo.
Ópera en cuatro actos
Música de Stanisław Moniuszko (1819-1872)
Libreto de Włodzimierz Wolski, basado en un cuento de Kasimierz Wójcicki
Estrenada esta versión en el Teatr Wielki de Varsovia el 1 de enero de 1858
Estreno en el Teatro Real
En versión de concierto
Equipo artístico
Dirección de orquesta: Łukasz Borowicz
Dirección del coro: José Luis Basso
Reparto
Stolnik: Maxim Kuzmin-Karavaev
Dziemba: Tomasz Kumiega
Janusz: Tomasz Konieczny
Zofia: Olga Syniakova
Halka: Corinne Winters
Jontek: Piotr Beczała
El gaitero: Javier Povedano
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real