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Pentación Espectáculos y Teatre Romea
presenta
de Florian Zeller
Del 20 de octubre al 27 de noviembre
José Carlos Plaza adapta y dirige EL PADRE de Florian Zeller. El reparto lo forman Héctor Alterio, Ana Labordeta, Luis Rallo, Zaira Montes, María Gonzalez y Miguel Hermoso. Se estrenó el 22 de abril en el Teatro Palacio Valdés de Avilés. Y llega al Teatro Bellas Artes el 20 de octubre.
Le Père (El padre) escrita por el dramaturgo francés Florian Zeller, considerado «uno de los talentos literarios más populares en Francia». Fue estrenada en 2012 en el Théâtre Hébertot. Se trata de la pieza teatral de Zeller que hasta el momento ha cosechado el mayor éxito. Premio Molière Mejor Obra 2014. Estrenada en Inglaterra en 2014 con excelentes críticas, y el 7 de enero de 2016 estrenada con éxito en Argentina bajo la dirección de Daniel Veronese y protagonizada por Pepe Soriano. Próximamente llegará a Broadway con Frank Langella encabezando el reparto. Fue llevada al cine en 2015 por Philippe Le Guay.
El dramaturgo, para formar a la figura del protagonista de la obra, se inspiró en la personalidad del actor francés, Robert Hirsch, en quien admiraba la mezcla de lo cómico (el clown) y lo trágico. Pues el género de la obra, una farsa trágica, hace posible representar paralelamente dos caras bien distintas de la problemática central. Y quien mejor que Hector Alterio, un actor de domina el terreno de la comedia y la tragedia como pocos.
EL PADRE se centra en el tema de la vejez, el deceso lento y la demencia senil a través de la enfermedad de Alzheimer del protagonista. Sin embargo, en la obra, hay buena cantidad de comicidad.
EL PADRE presenta a Andrés, interpretado por Héctor Alterio, que hace que el espectador experimente el humor mediante situaciones ambiguas y contradictorias, con réplicas mordaces en la que los personajes están duplicados, son cambiantes y plantean en todo momento la duda de si lo que realmente sucede es lo que dice la familia o es lo que siente el padre.
El espectáculo cuenta con dos claves: la trágica y la humorística. Y la gracia está en la unión de ambas, que se trascienden para dibujar conjuntamente un thriller nada convencional. Porque en ese juego de irrealidad que provoca la edad se crea también un juego de enredos, de verdades y mentiras, que mete al espectador en una película de suspense. «El personaje de Andrés llega a una edad en la que se ha ganado el derecho de hacer lo que le dé de la gana, por eso es un viaje a la libertad, al juego, que le convierte por momentos en un ser coqueto, caprichoso, en un niño…«, ha revelado el director, José Carlos Plaza.
«Alterio no busca la simpatía del espectador ni sentimentaliza al personaje. No le hace falta. Le basta una mirada, un movimiento, un cambio de tono, o la manera de colocar sin énfasis una frase para partirte el alma.» Marcos Ordóñez
El padre es calificada por el propio autor Florian Zeller de farsa trágica . Y ahí radica su grandeza y su dificultad. Trata un tema tan espinoso como la perdida de la realidad debida a la vejez. Nos coloca en la perspectiva de una mente confusa o , quizá, confundida por los intereses de los que le rodean, nunca lo sabremos.
Sin ridiculizar jamás el carácter principal, Andrés nos hace reír. Las situaciones ambiguas, muchas veces contradictorias, las réplicas mordaces, los personajes duplicados, cambiantes, y por encima de todo la duda de si lo que realmente sucede es lo que dice la familia o es lo que siente el padre, producen una de las obras más divertidas, apasionantes y profundas del teatro contemporáneo.
Muchas veces se acerca al drama, otras muchas a la comedia y la mayoría de la veces a un inquietante “thriller” al estilo Hitchcock.
Nunca decae y cuando creemos estar en una certeza, un revés inesperado, una imagen nueva nos desconcierta y nos vuelve a atrapar. Gran y divertido teatro.
Naturalmente es una obra escrita para un actor. Contar con Héctor Alterio para el papel principal convierte este proyecto en un sueño para cualquier equipo ya que el rigor, la inteligencia, el dramatismo y el sentido del humor están garantizados.
Dirección: José Carlos Plaza
Dramaturgia: Florian Zeller
Adaptación: José Carlos Plaza
Música: Mariano Díaz
Escenografía: Francisco Leal
Iluminación: Toño Camacho
Productor: Jesús Cimarro
Producción y distribución: Pentación Espectáculos
Reparto: Héctor Alterio, Ana Labordeta, Luis Rallo, Zaira Montes, María Gonzalez, Miguel Hermoso.
Fechas y horarios: Del 20 de octubre al 27 de noviembre
de martes a viernes 20h. Sábados y domingos 19h. TEATRO BELLAS ARTES
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Gran equipo!!!! Os quiero
Imprescindible.
No solo nos habla de la vejez, sino que nos pone varios espejos, de lo que somos, lo dificil y fascinante de nuestra vida. Es un regalo para el alma y para nuestro intelecto. . Y esto es posible, además porque lo interpreta Hector Alteiro.
Con todos sus registros. Como siempre genial. Da igual si se trata de hacer reir, pensar, emocionar o inquietar. El es un padre , un privilegio, de la escena.
Fenomenal actuación de Alterio en un tema de total actualidad.
Pena que el local (teatro bellas artes) no acompañara
Es un genio tanto en la comedia como en el drama.
He tenido la suerte de ver esta obra en uno de los teatros de la red de teatros de la comunidad de Madrid. Alterio es uno de esos mitos vivientes del arte escénico que aún tenemos la inmemsa suerte de disfrutar. Sobresale muy por encima del resto del reparto por su fuerza, dinamismo, gestualidad, dicción, silencios, miradas, sonrisas (de la más infantil a la más sardónica). En definitiva: por su ACTUACIÓN. Quizás sea esta maestría la que empequeñece y hace pasar al resto de puntillas, como peones necesarios en esta compleja adaptación de la realidad y la pérdida de memoria. Si el Teatro es, muchas veces, una invitación al voyeurismo, «El Padre» recoge esta invitación y la eleva a su máximo exponente al dejar al espectador definir cuáles son los momentos reales y cuáles los provocados por el deterioro cognitivo de Andrés. El autor, en algunas ocasiones, nos ofrece el asidero de la sonrisa, pero que no se engañe nadie: sales con el corazón pellizcado y el rostro a punto de ser regado por las lágrimas.