AFTERWORK en el Teatros Luchana

Una comedia negra sobre nuestra sociedad

Sábados a las 22.30h.

AFTERWORK obtuvo el Premio Nacional de Textos Teatrales Castelló a Escena 2015

 

 

NOTA DEL AUTOR

En octubre de 2012, pasé varias semanas en Tokio, una ciudad de más de ocho millones de habitantes que alberga una mezcla de bullicio y serenidad sobrecogedora, una suerte de Blade Runner apacible en la que parece no pasar nada y todo está por suceder.

Me sorprendió ver, cada tarde, a los pies de los rascacielos de Shinjuku, iluminados por la luz mortecina de los neones, a cientos de hombres trajeados, allí conocidos como middlemen, que descansaban, algunos borrachos, después de otro día en el trabajo.

Comencé entonces a pensar en la vida de esos hombres, y no sólo en los oficinistas japoneses, sino también en mis amigos que, cada mañana, se abotonan la camisa, se anudan la corbata y se ponen el traje para acudir a un enorme edificio de hierro y metal en el que están hasta el anochecer con la aspiración de un puesto superior, un despacho más grande, un sueldo mayor… ¿una vida mejor?

De ahí surgió AFTERWORK, al albur también de la proliferación de todos esos locales de moda en los que los oficinistas prolongan la jornada laboral entre cervezas y copas, quizás escupiendo todo aquello que tuvieron que tragar durante el día o quizás, como en el caso de los protagonistas de esta historia, trazando planes para un nuevo futuro.

AFTERWORK es una comedia negra sobre nuestra realidad cotidiana, sobre las expectativas que nos crea la sociedad capitalista y la imposibilidad de detenernos a pensar qué estamos haciendo con nuestra propia vida.

David Barreiro

 

SINOPSIS

Fredo, Rober y Dani, empleados deuna multinacional, se reúnen cada tarde en AFTERWORK, el bar de moda al que acuden oficinistas de la zona financiera con sus trajes elegantes y sus afiladas lenguas.
Esta tarde, entre cerveza y cerveza, Fredo y Dani le cuentan a Rober un nuevo proyecto vital, una idea que cambiará sus vidas y la de muchos de los que los rodean, la opción definitiva para salir de los grises despachos en los que se agostan.

A medida que transcurre la conversación, sin embargo, comienzan a surgir dudas porque todos parecen tener algo que ocultar. Se dan cuenta de que quizás no se conocen tanto como pensaban y de que, en realidad, nada ni nadie es lo que parece, ni siquiera ellos mismos.