El significado personal que tiene para mi poder afrontar esta adaptación, y que se convierta en la segunda obra de teatro que realizo tanto con la dramaturgia como en la dirección es algo increíble para mi, si a esto le sumamos el reto y el significado que tiene poder adaptar “Persona” de Bergman es ya mágico, la primera vez que planteo a mis compañeros de Nada en la Nevera este proyecto la respuesta es inmediatamente positiva, ya que nosotros por si solos no podíamos hacer frente al proyecto por su coste, comenzamos la búsqueda de aliados, y aquí es donde se cruza en el camino Es. Arte y se convierte así en la productora del proyecto, sin duda la aparición de María Allas sirve para darte cuenta que tienes el cómplice totalmente perfecto y que si que este proyecto no era una locura como te planteabas años atrás. Todo lo que vas recibiendo va sumando y ves y te das cuenta que todo comienza a encajar y comenzar a ir por si solo, empujado por todos los que se van sumando al proyecto, poco a poco te vas dando cuenta que ya no eres solo tu el que esta solo sentado delante de el ordenador, peleándote con las palabras, con los personajes y las escenas… ahora son varias las personas que van tirando de la cuerda y que activan la maquinaria.
Desde que me platee este proyecto mucho tiempo atrás, no dejaba de pensar en las veces que había disfrutado de esta película; de su magnetismo, de su belleza en cada plano, de ese silencio cargado de palabras, y de esas palabras cargadas de silencio. Y sobre todo del bello envejecimiento de la película. Por mas tiempo que pasara siempre me parecía que podía estar sucediendo ahora. Todo lo que pueda decir o escribir sobre “Persona” ya esta dicho o simplemente escrito, y mi primer reto partía de ahí que tenia que cambiar la identidad y el peso de “Persona” dar la vuelta a la historia, adentrarme en el mundo de persona y dotarla del mi mundo, de mis inquietudes, de mis preguntas, que fuera la historia de Alma y dar la vuelta a la historia, unificar la danza, la música, la imagen, la poesía y que se pudieran estas unificar en la vida de Alma y en los silencios de la historia de la vida de Elisabeth.
Llegan los ensayos llegan las horas de poner todo en marcha…
Llega la hora de empezar y de trabajar con las dos actrices que darán voz e imagen a estos dos personajes, Andrea Dueso y Roció Muñoz-Cobo y llega el momento en el que se cruza en mi vida una persona clave dentro de esta historia, “Cristina Masson” es todo un lujo, tenerla en este montaje, y es pura magia su aparición en este montaje. Por primera vez me veía embarcado en el mundo de la danza, algo que siempre me pasaba por la cabeza cuando me planteaba esta historia y algo que siempre me pasaba por la cabeza poder hacer… así que de la mano de esta gran profesional y mágica persona, me veía creando una dramaturgia para luego poder unificarla a la historia que había escrito y poder así unificar estas dos dramaturgias para poder formar una única.
Ahora ya serian tres compañeras de viaje y que mas se le puede pedir que este gran trio de ases, Andrea Dueso “Alma”, Roció Muñoz-Cobo “Elisabeth” y Cristina Masson “El Ente” , no era sencillo como base el trasladar esta pasión por Bergman a estas tres personas, ya que quizás ni por asomo tenían ni esta adoración a “Persona”, ni este amor al trabajo de BergmaN. Para ser realmente sincero, no fue necesario contagiar de esta pasión y adoración tanto a creador como a creación ya que poco a poco lo que sucedió fue que el amor cambiaba de nombre y este era a “Alma”, no era necesario amar lo anterior ya que lo que teníamos sobre la mesa tenia otra vida, tenia otra mirada, tenia otra misión… así que lo que sucedía cada hora juntos, cada momento en el que sonreíamos, llorábamos, bailábamos, gritábamos o nos enfadábamos con los caminos por los que íbamos transitando, o simplemente por las veces que nos manteníamos callados observando, no era estudiar y observar el trabajo de Bergman, era dar vida a “Alma”.
Sin lugar a dudas para mi este segundo montaje teatral va a ser recordado por eso, por la facilidad y la sencillez a la hora de trabajar colectivamente con este gran trio de ases, estas tres personas que yo eligiera para que me acompañaran en este viaje, y estas tres personas que confiaron a mi y se agarraron de mi mano para que les fuera guiando por este viaje. Poder poner voz y rostro a este montaje con estas tres personas quizás haya sido lo mas gratificante que me ha sucedido por ahora como director de escena, y algo que siempre recordare, lo feliz que me hacen y que me van a hacer día a día y después de cada función, de cada representación de “Alma”.