Bailar es una posibilidad de revelar lo que se esconde dentro de nuestros órganos. Los gestos se originan ahí, en lo más profundo y silencioso de nosotros. Bailar es hacer visible ese silencio.Un cuerpo sube a escena para padecer una transformación y ese padecer es el relato al que asisten los espectadores: el discurso es físico, la experiencia poética tiene que producirse en sus cuerpos.
La danza existe porque la especie la necesita, porque contiene un mensaje que le es propio y que sólo ella es capaz de transmitirnos, con su silencio, generación tras generación.Cuando un cuerpo baila, todos los cuerpos, los pasados, presentes y los porvenir, bailan con él. Bailar es efímero, sí, pero más bien cuando todo lo que ha sido efímero se reúne y celebra, en nuevo cuerpo, su inmortalidad.
La ceremonia escénica es necesaria.
La experiencia poética nos enfrenta con las contradicciones de lo humano.
Quien baila nos recuerda que el mundo se está creando todavía.
La Phármaco, fundada en 2009, es la compañía que dirigen Luz Arcas (Premio El Ojo Crítico de Danza 2015, Premio Mejor Intérprete Femenina de Danza 2015 en Premios Lorca, Finalista Mejor Intérprete Femenina de Danza en Premios Max 2017) y Abraham Gragera (Premio El Ojo Crítico de Poesía 2013). Desde sus orígenes ahondan en una propuesta de ceremonia total, donde todos los lenguajes escénicos confluyen en el discurso protagonizado por la danza.
Entre sus creaciones destacan El libro de los venenos (2009, Premio Injuve y Málaga Crea 2009), El monstruo de las dos espaldas (2010), Antes fue siempre fuego (2012), Sed erosiona (2012), Éxodo: primer día (2013, nominada a los Premios MAX y a los Premios del Teatro Andaluz por Mejor Espectáculo de Danza y Mejor Intérprete Femenina de Danza y seleccionada para el catálogo del AECID 2015), La voz de nunca (2014, coproducida por la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales y ganadora del Premio a la Mejor Intérprete Femenina de Danza en los Premios del Teatro Andaluz), Kaspar Hauser. El huérfano de Europa (Teatros del Canal, Festival Otoño a Primavera, 2016, Nominada a Mejor Espectáculo de Danza, Mejor Coreografía y Mejor Intérprete Femenina de Danza en Premios Lorca 2017) y Miserere. Cuando la noche llegue se cubrirán con ella (2017).