Teatro Real, la English National Opera y la Vlaamse Opera
presentan
“Sé que soy dueña de un débil y frágil cuerpo de mujer, pero tengo el corazón y el estómago de un rey, más aún, de un rey de Inglaterra.” Isabel I de Inglaterra
Gloriana, de Benjamin Britten será otro de los grandes acontecimientos de esta temporada de celebración. Una ópera extraordinaria que se estrena en Madrid, tras el gran éxito de Billy Budd, la pasada temporada. 12 – 24 DE ABRIL 2018
Ivor Bolton, director musical del Teatro Real, afronta el reto de dirigir una de las óperas menos conocidas de Benjamin Britten, Gloriana, obra encargada para la coronación de Isabel II, cuyo estreno en Madrid tendrá lugar el 12 de abril. Tras el rotundo éxito que en la pasada temporada consiguiera con Billy Budd, del mismo compositor, el maestro británico trabajará ahora junto al director de escena David McVicar para ofrecernos un retrato histórico, y poco amable, de la reina Isabel I de Inglaterra.
Anna Caterina Antonacci y Alexandra Deshorties se alternarán en la representación del papel protagonista, mostrando una Isabel atrapada por sí misma entre sus obligaciones como reina y la turbulenta relación que mantiene con el ambicioso conde Essex, Robert Devereux
Durante sus últimos años como soberana, Isabel I de Inglaterra se sabía una mujer al límite. Hija de Enrique VIII y Ana Bolena, sobre sus hombros seguía pesando la responsabilidad de un reino dividido y de una iglesia independiente de Roma. Detrás del esplendor oficial de su corte se escondía una mujer presa de sus contradicciones, superada por su envejecimiento y traicionada por el hombre que amaba.
Esta dualidad encuentró un certero reflejo en un libreto que mezcla conscientemente prosa y verso, inglés antiguo y moderno. De este contraste entre vida pública y privada nació una ópera que quedó muy lejos de agradar en los ambientes monárquicos británicos por la dureza con que se trataba a la Reina Virgen. Se estimó además poco apropiada para el propósito con que fue escrita, la coronación de su sucesora siglos después, y actual cabeza de Estado, Isabel II. Como consecuencia, a pesar de la unánime valoración de la fuerza dramática de la partitura de Britten, la obra cayó en el olvido hasta su reivindicación décadas más tarde. Gloriana sigue siendo una relativa rareza, y su puesta en valor, una absoluta prioridad.
2 horas y 45 minutos
Actos I y II: 1 hora y 20 minutos
Pausa de 25 minutos
Acto II: 1 hora