Los Paraísos Desiertos y El Pavón Teatro Kamikaze
presentan
de Ismael Serrano y Jimena Ruiz Echazú
Del 3 al 18 de Junio
El 3 de Junio se estrena en el Pavón Teatro Kamikaze el segundo espectáculo familiar, tras ‘A la Luna‘, programado en el teatro. OLIVERIO Y LA TORMENTA, una producción de Los Paraísos Desiertos y El Pavón Teatro Kamikaze que podrá verse los Sábados y domingos, a las 12:30h.
La obra nace como regalo de Ismael Serrano y Jimena Ruiz Echazú a su pequeña hija, Lila.
OLIVERIO Y LA TORMENTA es un pequeño musical infantil recomendado para niños y niñas de 2 a 6 años, escrito y dirigido por Ismael Serrano y Jimena Ruiz Echazú, y con música original de Ismael Serrano.
Con canciones originales de Ismael Serrano, OLIVERIO Y LA TORMENTA combina teatro y animación en una historia llena de magia, música y ternura para que padres y madres, pequeños y pequeñas aprendan a bailar durante la tormenta con nosotros. Porque cantar juntos siempre nos hace felices.
Durante una gran tormenta dos entrañable amigos, Emma y Oliverio ‘el ratón robacalcetines’, aprenderán a olvidar el miedo y pasar un rato divertido. Porque con un poco de imaginación, cualquier situación puede ser una estupenda oportunidad para pasarlo bien.
Oliverio y la tormenta nos acerca las peripecias vividas por dos entrañables amigos: Emma (Jimena Ruiz Echazú) y Oliverio (Estrella Olariaga), el ratón robacalcetines. Oliverio es un roedor travieso y divertido, pero esta noche está algo inquieto. Ha llegado una tormenta y se ha ido la luz. Por el contrario, Emma parece disfrutarlo mucho, así que ayudará a su pequeño y revoltoso amigo a descubrir que, con un poco de imaginación, cualquier situación puede ser una estupenda oportunidad para pasarlo bien.
De una cajita de música saldrán luciérnagas a revolotear por la casa, sonarán xilófonos, campanas y el ukelele de Emma. Contaremos cuentos, inventaremos canciones y bailaremos hasta olvidar el miedo y que solo queden las ganas de jugar. Porque como dice la canción de Emma, “si tengo miedo pensaré en ti. Cantar contigo me hace feliz”.
Si una de las mejores herramientas para combatir el miedo es el humor, Oliverio y Emma lo usarán para enfrentarse a la tormenta y la oscuridad que conlleva. O cómo convertir una situación que asusta en un momento propicio para compartir la risa y usar la imaginación.
El mensaje central de la obra es claro y entendible: un estímulo que para los niños puede presentarse en un inicio como potencialmente negativo (las tormentas) se convierte en todo lo contrario con dos herramientas a su alcance: la música y la amistad.
La obra resalta la importancia de la música como estrategia para identificar, expresar y gestionar nuestras emociones, centrándose en el ejemplo de superar el miedo a las tormentas que siente Oliverio. Pero además, intercalando diálogos divertidos con canciones y melodías, la obra incide en todos los ámbitos de desarrollo, supone una experiencia de aprendizaje globalizador y favorece el desarrollo integral de todas las capacidades de los niños: capta la atención visual y auditiva de los pequeños, pudiendo incidir en el desarrollo intelectual o cognitivo, lingüístico, motriz y socio-emocional.
En el plano intelectual o cognitivo las representaciones ayudan a los niños a reflexionar sobre sí mismos y sobre el mundo que les rodea. La obra Oliverio y la tormenta facilita ampliar el conocimiento que los pequeños tienen del entorno. Se profundiza en el conocimiento del entorno próximo, cómo puede ser una vivienda, qué muebles encontramos en el salón, qué forma tienen, para qué sirven y cómo se llaman. Y también del entorno más amplio, exterior y medioambiental; se presenta de una manera atractiva y respetuosa, despertando en los niños la curiosidad, el interés por conocer y acercarse a la naturaleza. Con las canciones conocen conceptos del entorno: el río, las nubes, el viento, las montañas… los aspectos positivos de la lluvia, el nombre de algunas especies de árboles, se invita a relacionarse con ellos y cuidarlos; se transmiten valores positivos de sostenibilidad ambiental que es fundamental incorporar a estas edades.
El lenguaje que se utiliza en la representación es especial, muy enfatizado. Aporta riqueza al vocabulario de los niños, introduce significados de palabras, sonidos nuevos y alguna fórmula social del lenguaje, como los saludos formales.
A través de los diálogos entre Emma y Oliverio, los niños reciben un modelo conversacional formal y adecuado a sus características evolutivas (con frases sencillas, no muy largas, mensajes claros…) aprendiendo a respetar los turnos de palabra, entonación, enfatizar mensajes con el lenguaje no verbal… Lo que redunda en una mejora del lenguaje en sus dos planos: comprensión y expresión.
En este plano socio-emocional, la obra les ayuda a comprender la realidad social, a valorar la amistad, a empatizar y ser sensible a los sentimientos de otros, a identificar y entender sus propias emociones, aceptarlas y aprender a cambiarlas, superarlas y gestionarlas. Les hace más sociables, despierta las ganas de expresar y compartir sus emociones favoreciendo relaciones positivas de amistad.
Oliverio y la tormenta ejemplifica, de manera dulce y espontánea, que una de las mejores herramientas para combatir el miedo es el humor. Oliverio y Emma lo usan para enfrentarse a la tormenta y la oscuridad que trae. Se trata de convertir una situación que asusta en un momento propicio para compartir la risa y usar la imaginación. A través de la música, los protagonistas se enfrentan a la ansiedad y los nervios que produce el miedo, ofreciendo una visión positiva del objeto (la tormenta, la oscuridad) que, en un principio, asusta al ratón. El personaje de Emma supone un modelo para los niños de cómo un mismo estímulo puede ser considerado de diferentes maneras. Las tormentas, que inicialmente aparecen como potencialmente negativas, no tienen por qué serlo.
Esta obra de teatro infantil supone un modo de acercar a los niños a la cultura y que puedan vivir por sí mismos y experimentar el placer de las manifestaciones artísticas. Pero además consigue fortalecer las relaciones familiares, pues es una actividad compartida, y se ofrece también algún recurso que los padres pueden incorporar en la relación con sus hijos. La obra apela al talante comprensivo que el adulto ha de tener ante el niño con miedo, transmitiéndole confianza y seguridad, alentando a que enfrente sus temores, fomentando su autoestima, escuchándolo con la calma y la atención que el menor merece.
Oliverio y la tormenta, además del objetivo de entretener que toda obra de teatro persigue, posee un alto valor educativo. Se presenta como una oportunidad para incidir en el desarrollo integral de los niños desde el ocio, favoreciendo el desarrollo de capacidades cognitivas, motrices, sociales y afectivas, con la libertad y el disfrute que aporta el aprendizaje en contextos no formales. Se convierte en una herramienta de aprendizaje globalizador, en sintonía con la manera de aprender de los niños, y aprovecha la significatividad que la experiencia tiene para los pequeños para ofrecer aprendizajes importantes por su funcionalidad.
Marta Delgado Galán ,psicóloga licenciada en la UNAM y psicopedagoga licenciada en la UNED
Creadores y directores Ismael Serrano y Jimena Ruiz Echazú
Música original Ismael Serrano
Intérpretes Jimena Ruiz Echazú (como Emma) y Estrella Olariaga (como Oliverio)
Diseño de iluminación José Osuna
Ilustraciones Mar Blanco para el libro La niña que hablaba con los árboles, cedidas por Frida Ediciones
Animaciones Oyeme!
Producción ejecutiva Álex Foulkes
Una coproducción de Los Paraísos Desiertos y El Pavón Teatro Kamikaze
Duración: 50 minutos
Edad: A partir de 2 años
Fechas y horarios: Del 3 al 18 de Junio
Sábados y domingos, a las 12:30 horas en el TEATRO KAMIKAZE
Facebook: oliverioylatormenta