NIEBLA en Nave 10 Matadero

NAVE 10 MATADERO

NAVE 10 | Matadero, Buxman Producciones y Pílades Teatro

presenta

NIEBLA

de Fernanda Orazi a partir de ‘Niebla’ de Miguel de Unamuno

20 marzo al 12 de abril de 2026

Tras la magnífica experiencia de Pílades Teatro y Fernanda Prazi en ELECTRA , Orazi refirma su trabajo como directora (LA PERSISTENCIA ) y adpatadora en esta adaptación de NIEBLA de Miguel de Unamuno. La directora invitada en este 25|26, decide otorgarle un reconocimiento especial al personaje. Lo hace a partir de la condición que la obra de Unamuno nos ofrece: el autor le dice a Augusto Pérez, harto de buscarse, que es un personaje, transformando trágicamente su existencia. 

Niebla (1914) es una de las obras más emblemáticas de Miguel de Unamuno (Bilbao, 1864 – Salamanca, 1936), considerada una de las novelas fundamentales de la literatura española del siglo XX y un hito en la evolución de la narrativa moderna. Catalogada por el propio Unamuno como una «nivola» (término acuñado por él para distinguirla de la novela tradicional), Niebla rompe con las convenciones literarias de su tiempo al explorar cuestiones filosóficas, existenciales y metaficcionales, como la relación entre autor, personaje y lector, la libertad individual, el sentido de la vida y la inmortalidad.

La novela narra la historia de Augusto Pérez, un hombre acomodado, introspectivo y soñador que vive en una ciudad española no especificada. Tras la muerte de su madre, con quien vivía, Augusto se enamora de Eugenia, una joven pianista independiente que inicialmente lo rechaza. Su amor no correspondido lo lleva a reflexionar sobre su existencia, sus deseos y su lugar en el mundo. En paralelo, Augusto entabla una relación con Rosario, una lavandera, y se ve atrapado en un triángulo amoroso que profundiza su confusión emocional.

El punto culminante de Niebla ocurre cuando Augusto, desesperado por su situación y su falta de propósito, decide suicidarse, pero antes busca consejo con el propio Miguel de Unamuno, quien aparece como personaje en la novela. En un diálogo metaficcional, Unamuno le revela a Augusto que es un personaje de ficción, creado por él, y que no tiene libertad para decidir su destino. Augusto se rebela, argumentando su derecho a existir, pero Unamuno ejerce su poder como autor y decide su muerte. La novela concluye con el fallecimiento de Augusto (aparentemente por decisión propia o del autor) y un epílogo irónico narrado por el perro de Augusto, Orfeo, que reflexiona sobre la vida y la muerte de su amo.