La Joven y el Teatro Fernán Gómez CCV
presentan
De Paco Gámez a partir de los diarios de Petr Ginz. Dirección: José Luis Arellano García
6- 14 MAYO
Las palabras de Petr Ginz duelen por su inocencia describiendo la política del horror, los pasos por los que el totalitarismo fue privando a los judíos de sus libertades de una forma certera y atroz. Las palabras de Petr llenan de luz uno de los momentos más oscuros de la humanidad. Mucho sabía yo de los campos de exterminio, pero poco de cómo se llegó hasta ahí, cómo la gente intentaba seguir su vida, su día a día mientras todo lo que había sido su mundo se desmoronaba.
Crecí escuchando que ese momento no se repetiría jamás, que la historia hay que conocerla para no caer en los mismos errores. Sabemos las consecuencias del holocausto, pero es preciso entender cómo se alcanzó ese extremo de barbarie. Los diarios de Petr son un documento valioso en este sentido.
Ahora en este momento, 2021, en el que la crisis se hace más aguda, el paradigma existente se tambalea, viene bien volver la vista a los años 40, a la II Guerra Mundial y a los años previos en los que el nazismo se hizo fuerte y se extendió por el mapa de Europa como una mancha de tinta.
Me siento con mi sobrino Daniel, de 14 años, a leer lo que escribió Petr cuando tenía su edad. Hay un abismo entre los dos chicos. Me sorprende que no sepa ubicar bien el momento histórico, que sepa quiénes fueron los nazis por películas pero que no tenga claro lo que pasó ni por qué. Me preocupa que la empatía tardase en aparecer en su lectura, quizá por la coraza emocional del adolescente; seguramente, pero me pone en alerta.
Desde ahí abordo la relectura de los diarios de Petr, desde esa bombilla roja cobra sentido la reescritura. Anoto:
¿Qué tiene este chico del pasado que enseñar a los jóvenes del presente?
¿En qué puntos se tocan el hoy y el 1940?
¿Podría repetirse lo que pensamos que jamás podría repetirse?
¿Y si ya hubiera empezado todo de nuevo?
DIARIO DE PRAGRA 1941-1942
Comparado con el Diario de Anna Frank y escrito entre septiembre de 1941 y agosto de 1942, el Diario de Praga refleja las duras condiciones bajo las que vivieron los ciudadanos praguenses durante la ocupación nazi. Todas las anotaciones están atravesadas por una gran tensión interior, cada palabra recoge la atmósfera de la época y de la vida de un «gueto sin muros»: con un estilo lacónico y objetivo, con una visión juvenil del mundo, pícara e ingenua a la vez, con la curiosidad y la veracidad propias de un niño, Petr se ve cruelmente confrontado con la angustia de las personas adultas y la inseguridad que se va abriendo paso en la vida cotidiana. Así, por ejemplo, el 1 de enero del año 1942 escribe: «Lo que resulta ahora totalmente corriente, hubiera sido motivo de escándalo en una época normal.»
“La simiente de una idea creativa no perece entre el barro y la mugre. Brota incluso allí y florece como una estrella refulgente en medio de la oscuridad.” Petr Ginz
Dirección: José Luis Arellano García
Texto: Paco Gámez
Escenografía y vestuario: Ikerne Giménez
Iluminación: Paloma Parra
Videoescena: Elvira Ruiz Zurita
Ayudantía de escenografía y vestuario: Lua Quiroga Paúl
Dirección de producción: Olga Reguilón Aguado