Centro Dramático Nacional
presenta
27 NOV 2020 – 17 ENE 2021
Macbeth, el asesino del sueño
TRIBUTO A GERARDO VERA
La historia de Macbeth es oscura como una pesadilla, y todos se sumergen en ella. Es viscosa y espesa como la brea y la sangre. El mundo entero está cubierto de sangre. Es material y física, fluye de los cuerpos de los asesinos, se adhiere a sus manos, a sus rostros y a sus puñales. Es la imagen del mundo ahogada en la violencia pegajosa de la sangre. Es una infección del alma, concreta, palpable, corporal y asfixiante. Toda la obra está atravesada por el estertor de un moribundo, por un miedo profundo y visceral que invade sus noches insomnes y en el que, una vez asesinado el rey Duncan, ya no cabe más que seguir matando.
La mayoría de las escenas ocurren desde el siniestro anochecer hasta los pálidos reflejos de las luces del alba, en un duermevela angustioso donde Macbeth y Lady Macbeth, como dos espejos hechos añicos con sus imágenes distorsionadas, se revuelcan en la desolación. “No verá el sol el día de mañana”. En esa noche tan larga, ambos han desterrado el sueño y ya solo les quedan las pesadillas, en una somnolencia pesada como el plomo.
No quiero dejar de mencionar la versión, otra vez extraordinaria, concisa, esencial y rotunda, de José Luis Collado. Y dar las gracias a Carlos Hipólito, cómplice de tantos años y motor decisivo y alentador de este espectáculo. También a un extraordinario y fiel elenco de grandes actores y a esa cálida familia que es mi equipo. Y last but not least, doy la bienvenida a Alfredo Sanzol en su nueva andadura, llena de buenos augurios y de luz en medio de la oscuridad de estos tiempos tan inciertos.
Gerardo Vera
Para un adaptador, enfrentarse a Shakespeare es un enorme reto, una gran responsabilidad y, se podría decir, un rito de paso a la madurez. Hay tantas versiones de Macbeth como directores la han puesto en escena en sus cuatro siglos de vida. Y sin embargo, una vez aceptado el reto, no queda más que sumergirse en ese océano tenebroso y buscar la esencia de sus personajes, el magma primigenio que les da vida, para moldearlo una vez más, para traerlo a la realidad y adaptarlo al concepto creativo del director. Y eso es lo que he intentado, con respeto y humildad pero siendo consciente de que nada es sagrado e intocable. Que el público juzgue.
José Luis Collado
Querido Gerardo,
Todos los que hemos hecho este Macbeth imaginamos que puedes verlo, y deseamos que te guste. Hemos contado la historia de una mujer y un hombre que llenan el vacío con la codicia, y que matan la ingenuidad de su sol interior destruyendo a los demás y a sí mismos. Tus intuiciones nos han servido de guía para crear esta realidad sobre el escenario. He trabajado con los actores de una manera especial, y por ahora secreta, que espero desarrollar y dar forma en próximos montajes para luego poder contarla. Como otras veces, gracias a ti, me he atrevido. Todos, el personal del CDN, de la compañía y del INAEM, nos hemos unido con el objetivo de que este montaje sea un homenaje que disfrute el público con plenitud. In memoriam.
Alfredo Sanzol
Texto William Shakespeare Versión José Luis Collado Diseño de puesta en escena Gerardo Vera Dirección Alfredo Sanzol Ayudantes de dirección José Luis Arellano y José Luis Collado
Reparto Alejandro Chaparro (Capitán / Criado), Carlos Hipólito (Macbeth), Jorge Kent (Banquo / Médico), Fran Leal (Noble / Seyton), Borja Luna (Lennox), Markos Marín (Ross), Marta Poveda (Lady Macbeth), Álvaro Quintana (Malcolm), Agus Ruiz (Macduff), Chema Ruiz (Duncan / Asesino), Mapi Sagaseta (Mujer oscura / Lady Macduff) y Fernando Sainz de la Maza (Fleance / Macduff Jr / Soldado)
Escenografía y vestuario Alejando Andújar Iluminación Juan Gómez-Cornejo Videoescena Álvaro Luna Música y espacio sonoro Alberto Granados Producción Centro Dramático Nacional