[et_pb_section][et_pb_row][et_pb_column type=»4_4″][et_pb_text admin_label=»Texto» background_layout=»light» text_orientation=»left» text_font=»Open Sans||||» use_border_color=»off» border_color=»#ffffff» border_style=»solid»]
Compañía Nacional de Teatro Clásico
presenta
de Calderón de la Barca
Versión: Álvaro Tato
Dirección: Helena Pimenta
Del 3 al 29 de enero de 2017
Vuelve EL ALCALDE DE ZALAMEA, la obra de Calderón dirigida por Helena Pimenta, al Teatro de la Comedia.
La Compañía Nacional de Teatro Clásico reabrió las puertas del histórico Teatro de la Comedia el 16 de octubre de 2015 con EL ALCALDE DE ZALAMEA de Calderón de la Barca.
Gracias a la gran demanda de entradas que generó y también al éxito de la crítica regresa al Teatro de la Comedia. Del 3 al 29 de enero de 2017.
Helena Pimenta se encarga de la dirección. Un magnífico reparto formado por Carmelo Gómez, Joaquín Notario, Jesús Noguero, Clara Sanchis, David Lorente, Rafa Castejón, Nuria Gallardo, Alba Enríquez, Francesco Carril, Álvaro de Juan, Óscar Zafra, Pedro Almagro, Carlos Cuevas, Egoitz Sánchez, Alberto Ferrero, Jorge Vicedo, Blanca Agudo y Karol Wisniewski. Con la cantante Rita Barber y el Intérprete-músico: Juan Carlos de Mulder.
Con Iluminación de Juan Gómez-Cornejo y vestuario de Pedro Moreno.
De adaptar el texto se ha encargado Álvaro Tato, empeñado en «respetarlo y cuidarlo», introduciendo algunos cambios en los versos para acortar la distancia de cuatro siglos. «Contrariamente a ese pensamiento de que el verso clásico aleja al espectador, yo creo que es todo lo contrario. El verso acerca al público, porque el verso dicho bien y escrito de forma que se entienda, es una apisonadora, es magia y al público le bañas de ritmo y de magia, y se deja llevar.»
Personajes contradictorios en un texto complejo, con una considerable profundidad temática y un lenguaje extremadamente elaborado. Un hombre solo frente a una justicia injusta.
Calderón nos plantea un enfrentamiento entre la justicia civil y la militar, y derivado de este, entre honor y nobleza. Plantea su conflicto a partir de dicotomías, de conceptos opuestos y contradicciones, de dudas y errores de los personajes, y hace triunfar a quien en la realidad no triunfaría –el labrador–, lo que desvela el antirrealismo del drama dentro de su aparente realismo.
El alcalde de Zalamea se escribe y estrena hacia 1640. Ha sido representada en numerosas ocasiones. Y en 1968 se hizo la versión para el mítico ‘Estudio 1’.
Como obra maestra del Siglo de Oro español y de la dramaturgia universal de todos los tiempos, El alcalde de Zalamea se resiste a la simplificación. Cada época, cada circunstancia, cada geografía, descubre en ella lo que necesita. La CNTC la ha puesto en pie en tres ocasiones y esta vez propone un nuevo acercamiento, con el afán de continuar desvelando al público lo que se esconde tras las palabras de Calderón.
Es difícil encontrar un texto dramático con escenas tan emocionantes y perfectas. El viaje de ida y vuelta de lo trágico a lo cómico parece una pirueta imposible. La respiración se detiene al avanzar de un lugar a otro, de un conflicto a su contrario, del día a la noche y buscamos tomar aliento en los momentos no tan lógicos que nos permite esta extraordinaria concepción del espacio y el tiempo.
Es una obra sobre el amor porque el autor pone el acento en el desamor. Es una obra sobre la justicia porque predomina la injusticia. Lo es sobre el honor como opinión de los demás, como virtud militar, o como conciencia y dignidad personal y, con demasiada frecuencia y demasiado pronto, hacen acto de presencia el deshonor, el abuso, el fingimiento.
Y ¿qué decir de la excepcional construcción de los personajes? Contradictorios, como siempre en Calderón. También grandes, desenvolviéndose en medio de un turbión que se inició con los primeros versos de la obra, tratando de mantenerse en pie para llegar al final de su vida teatral trasladando al espectador la idea de que, a pesar de todo, la vida sigue.
La acción comienza a las afueras de Zalamea, un pueblo de Badajoz. La soldadesca y los pícaros que los acompañan, Rebolledo y la Chispa, se quejan de las largas jornadas y entretienen el camino con bromas y canciones. A la vista del campanario del pueblo hacen un alto, pero no saben si podrán quedarse, aunque enseguida llegan el capitán Álvaro de Ataide y su sargento, que les comunican que descansarán allí unos días mientras esperan a que llegue el jefe de la expedición, don Lope de Figueroa, y con él el resto del ejército. El sargento aposenta a los soldados en las casas del pueblo, llevando al capitán a la de Pedro Crespo, el labrador más rico del lugar, para que disfrute de la belleza de su hija Isabel. Sin verla, el capitán la desprecia por ser villana. Don Mendo y su criado Nuño aparecen en escena, paseando la calle de la casa de Crespo. Mendo es un hidalgo empobrecido que apenas tiene qué comer, pero que se empeña en guardar las apariencias; aunque está muy interesado en Isabel, parece que no quiere pedirla en matrimonio para no unir su sangre noble a la de una villana, aunque el dinero de Crespo sería su salvación. Isabel no le hace ningún caso. El sargento informa a Pedro Crespo y a su hijo Juan de la obligación de acoger en su casa al capitán don Álvaro, cosa que Crespo acepta como súbdito leal que es. Cuando Juan sugiere a su padre que podría evitárselo comprando un título de nobleza, Crespo (orgulloso de su ascendencia y condición de villano) rechaza esa posibilidad por considerarla una hipocresía. Crespo, padre precavido, manda a su hija que mientras el militar esté en su casa se retire con su prima a un desván para que él no pueda verla; Isabel, que ya lo había pensado, lo acepta con naturalidad y convencimiento.
Autor: Calderón de la Barca
Versión: Álvaro Tato
Dirección: Helena Pimenta
Iluminación: Juan Gómez Cornejo
Vestuario: Pedro Moreno
Escenografía: Max Glaenzel
Selección y adaptación musical: Ignacio García
Coreografía: Nuria Castejón
Asesor de verso: Vicente Fuentes
Maestro de esgrima: Jesús Esperanza
Reparto: Joaquín Notario (Don Lope de Figueroa), Jesús Noguero (Don Álvaro de Atayde), David Lorente (Rebolledo), Clara Sanchis (La Chispa), Carmelo Gómez (Pedro Crespo), Rafa Castejón (Juan), Nuria Gallardo (Isabel), Alba Enríquez (Inés), Francesco Carril (Don Mendo), Álvaro de Juan (Nuño), Óscar Zafra (Sargento), Pedro Almagro (Villano / Soldado 1), Carlos Cuevas (Villano / Soldado 2), Karol Wisniewski (Villano / Soldado 3), Egoitz Sánchez (Pelotari/ Villano / Soldado / El Rey), Alberto Ferrero (Pelotari/ Villano / Soldado), Jorge Vicedo (Pelotari/ Villano / Soldado), Blanca Agudo (Chico del tambor), Juan Carlos de Mulder (Vihuela), Rita Barber (Cantante)
Una producción de CNTC
Fechas y horarios: Del 3 al 29 de enero de 2017
Martes y domingos a las 19h. De miércoles a sábado a las 20h. en el TEATRO DE LA COMEDIA
[learn_more caption=»PRENSA» state=»open»]
[/learn_more]
[/et_pb_text][et_pb_video_slider admin_label=»Control deslizante de vídeo» show_image_overlay=»hide» show_arrows=»on» show_thumbnails=»on» controls_color=»light»] [et_pb_video_slider_item admin_title=»TRAILER» src=»https://www.youtube.com/watch?v=1GrisGDZjZQ» image_src=»//i.ytimg.com/vi/1GrisGDZjZQ/hqdefault.jpg» background_layout=»dark» /][et_pb_video_slider_item src=»https://www.youtube.com/watch?v=BOSXj8Wcu_o» image_src=»//i.ytimg.com/vi/BOSXj8Wcu_o/hqdefault.jpg» background_layout=»dark» /][et_pb_video_slider_item src=»https://www.youtube.com/watch?v=5BTpiuQX6nY» image_src=»//i.ytimg.com/vi/5BTpiuQX6nY/hqdefault.jpg» background_layout=»dark» /][et_pb_video_slider_item src=»https://www.youtube.com/watch?v=3AyMlhjD1fw» image_src=»//i.ytimg.com/vi/3AyMlhjD1fw/hqdefault.jpg» background_layout=»dark» /][et_pb_video_slider_item src=»https://www.youtube.com/watch?v=I6NYEaTP1zk» image_src=»//i.ytimg.com/vi/I6NYEaTP1zk/hqdefault.jpg» background_layout=»dark» /] [/et_pb_video_slider][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]